Lo primero, pedir perdón por el video, no es precisamente mi estilo musical pero ilustra perfectamente el sentido de este post. También es muy ilustrativo el que publicó Remo ayer en referencia a los daños colaterales de Zara.com y cómo se montan tiendas online por aburrimiento porque lo que quiero exponer es lo negativo que es un modelo de negocio basado en la imitación.
En varias ocasiones he manifestado mi opinión sobre la relativa importancia que tiene una idea original a la hora de llevar al éxito un negocio. Primero, porque tan importante como esa idea, es el desarrollo posterior que se haga de la misma, y segundo, porque la gestión posterior de la empresa es lo que determinará su perdurabilidad. Por eso se explica que ideas originales e innovadoras no garantizan el éxito empresarial y, sin embargo, una buena gestión de un modelo ya existente sí puede ser efectiva.
Son muchos los casos de empresas que explotan modelos ya desarrollados por otras y consiguen alcanzar sus objetivos, porque el secreto del éxito es encontrar una ventaja competitiva y saber explotarla. Pero eso es muy distinto de recurrir a modelos de imitación, que se basan en replicar lo que otros hacen, con la esperanza de que nosotros obtengamos el mismo resultado.
Porque todas las decisiones empresariales han de basarse en una planificación y en un análisis de costes y rentabilidad. No se trata de hacer las cosas porque otros lo hacen, sino porque podemos y debemos hacerlo. Seguir al lider sólo porque sí, no sólo es un error estratégico, sino que es la manera más probable de llevar a nuestra empresa al fracaso.
¿Sabemos nosotros por qué nuestro competidor ha dado ese paso? ¿Conocemos la implicación de una decisión como esa, qué objetivos persigue, cuál es el impacto dentro del desarrollo del negocio? ¿Estamos nosotros preparados para afrontar los cambios que debemos acometer con esa decisión?
En muchas ocasiones, el sector o el entorno en el que nos movemos nos empuja a innovar, pero innovar es una cosa e imitar es otra. Estar pendiente del sector en el que nos movemos, de los pasos que dan nuestros competidores, es inevitable. Porque parte del trabajo de la dirección empresarial es obtener esa información para poder definir las estrategias a seguir por la empresa.
Esos movimientos nos dan pistas sobre la tendencia del mercado y nos ayudan a decidir cuál es el mejor camino para lograr nuestros objetivos, pero de ahí a seguir "con los ojos cerrados" lo que hacen los demás, hay un buen trecho.
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