Recuerdo que de niño y ya de muy jovencito había una empresa que para mi era referente. Incluso esta compañía fue tan referente para mí, que el primer nombre que le dí a la primera sociedad que dirigí estaba inspirado en esta compañía. Esta compañía era Globalia, y me fascinaba su apuesta por la integración vertical, en la actualidad tengo mis dudas.
Por aquel entonces veía fascinante una empresa que apostaba por tener su propia agencia de viajes, especialmente porque eran unas agencias de viajes que alimentaban a sus propios productos turísticos, unos productos turísticos que llenaban sus propios aviones, y así hasta un desglose sin fin, que se ha ido incrementado y diversificando a lo largo de los años. Pero hoy aún y reconociendo en este caso la vigencia del modelo, dudo de la aplicación del mismo en todos los casos.
Y dudo pues en la actualidad de la rentabilidad y la subsistencia de un negocio con tanta estructura. Hoy probablemente (y como ya he dicho en muchas otras ocasiones) apuesto por negocios realmente ágiles, realmente faltos de estructura, en los que nosotros estemos centrados en lo esencial del mismo, en el segmento y la línea de la que somos especialistas, y el resto que lo gestionemos a través de colaboraciones, externalización, etc.
¿Esto significa que veo el modelo Globalia acabado? No, puede que no en el caso de Globalia, pues es un producto bien engrasado, excelentemente posicionado, y dudo de que el mismo pueda fracasar de hoy para mañana. Pero si que dudo de que este modelo en la actualidad fuese viable en otros proyectos que ahora se pretendan desarrollar, pues seguro que los habrán y funcionarán, pero dudo que esa apuesta de holding integral, sea la mejor forma de realizar negocios como norma general en la actualidad.
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