Segunda entrada de la serie sobre qué hacemos para perjudicar nuestras carreras y qué podemos cambiar para mejorarlas y poder tomar partido de nuestras habilidades.
Dos nuevas recomendaciones que harán que podamos incrementar nuestra visibilidad y por tanto conseguir tener una mejor situación en nuestras organizaciones.
Tener habilidades de comunicación por debajo de la media
Un consejo atemporal para empleados de todas las edades es aprender a ser el mejor comunicador que pueda llegar ser. Personas en puestos de responsabilidad coinciden en que la comunicación es el mayor problema entre los empleados hoy en día, sobre todo entre los que acaban de salir de la universidad, la capacidad de comunicación y de elaborar adecuadamente argumentos y razonarlos está a una distancia lejana de ser óptimos. La gente sencillamente no está preparada para crear y transmitir un punto de vista. Y las comunicaciones descuidadas hacen daño, mucho daño. Una capacidad de comunicación clara y directa nos hará destacar.
La tecnología tiene sin duda parte de la culpa. Bien sea por correo electrónico o por mensajes, y utilizamos las abreviaturas o letras por economizar espacio y esto da como resultado que estamos perdiendo nuestras habilidades de expresión. Una forma de revertir esta tendencia es utilizar cada oportunidad que tienes que hablar delante de grupos. Las habilidades de presentación son como los músculos, debe trabajar especialmente si queremos hacernos más fuertes y mejorar. Igual que correr o levantar pesas, cuanto más lo haces, más fácil será, cuanto más entrenemos mejor músculo tendremos para esas situaciones.
En la comunicación escrita, por su parte, de nuevo, es fundamental para sentirse orgullosos de su trabajo. Trate a cada nota como un reflejo de su marca. ¿Está claro? ¿Es conciso? Se organiza? ¿Es la gramática perfecta? Debe estar todas estas cosas bien contempladas
Negarse a liderar
Últimamente, por una mal entendida igualdad, muchas mujeres se han rebelado en contra de la idea de "trabajar como un hombre". La intención general de esta rebeldía es que realmente no tienen que impostar una manera de dirigir porque tienen otras habilidades y capacidades propias que superan ampliamente las de los hombres.
Los hombres somos, generalizando, asertivos, agresivos, y asumimos más riesgos de los convenientes en las tareas que entendemos que "dominamos", además de ser más competitivos. Las mujeres, por su parte, son más intuitivas en sus decisiones, promueven la colaboración, la comunicación y capacidad de respuesta. El ir en contra de nuestra naturaleza puede hacer que tomemos decisiones erróneas, sepamos lo que somos, no finjamos lo que pretendemos ser.
No trate de adoptar un estilo que no encaja. Dicho esto, su referencia profesional es muy probable que tenga una combinación de ambos rasgos masculinos y femeninos.
En Pymes y Autónomos| En septiembre podemos mejorar de trabajo Imagen| Arya Ziai