Estamos en un momento del año complicado para muchas empresas. Por una parte todas las que tienen que ver con el sector turístico incrementan su actividad de aquí al verano, donde ya llegarán a su pico máximo. Por otro es un periodo importante a nivel fiscal con varias citas pendientes. Si tenemos que introducir algún cambio quizás no es el momento más oportuno, pero ¿cuál es el momento adecuado del cambio en la pyme?
Normalmente el cambio es más fácil de asimilar en momentos donde tenemos menos trabajo. De esta forma la curva de aprendizaje no afecta a nuestra productividad. Por otro, si lo que queremos es encontrar lo antes posible los problemas que nos pueden surgir a partir del cambio realizado, lo mejor es hacerlo en un momento donde tengamos una carga de trabajo importante.
La planificación del cambio en la empresa
Por otro lado depende de la importancia del cambio realizado. No es lo mismo cambiar nuestro sistema de gestión que renovar el ordenador por otro más moderno. En este caso, más allá del entorno o un sistema operativo más moderno no tiene por qué implicar una ruptura importante.
Por ello es importante realizar un planificación previa de los cambios a realizar, para tratar de garantizar la continuidad de nuestro negocio. ¿Qué tenemos que preservar del sistema o aparato que vamos a cambiar? ¿Podemos trasladar datos o funcionalidades al nuevo sistema? ¿Sabemos trabajar con el nuevo equipo o sistema?
Otro aspecto fundamental es implicar al personal en el cambio. Esto es básico para lograr el éxito. No cambiamos por cambiar, sino que esto nos hará mejores, podremos ser más competitivos y la larga nuestra empresa tendrá más oportunidades de crecer, lo que significa más oportunidades para todos.
Sin la colaboración del personal que va a tener que lidiar con los cambios realizados es muy complicado que todo salga adelante. En todo caso, aquí no deberíamos buscar un cambio en un época que tengamos una carga de trabajo alta. En estos casos, la realidad nos indica que el periodo de adaptación será largo, así que mejor empezar poco a poco.
En todo caso siempre tenemos que comunicar que el cambio no es reversible. A partir de ahora se va a trabajar de esta manera, por lo que no hay posibilidad de volver al sistema anterior. Esto es importante sobre todo cuando se implanta algo que tienen que ver con la tecnología, donde siempre se piensa que con lápiz y papel se trabajaba mejor.
En todos los cambios siempre habrá algo que no funcione como nos gustaría. Tenemos que ser capaces de ver si es una característica de funcionamiento del nuevo producto o es un error. En el primer caso, tendremos que adaptarnos y en el segundo tratar de corregirlo lo antes posible.
Por último, cuando se realiza un cambio siempre se tiende a remarcar los aspectos negativos, "esto antes no pasaba" y pasar por alto los positivos. Es importante hacer un esfuerzo para tratar de enfatizar estos aspectos positivos y cómo ayudan a la empresa en su día a día.
En Pymes y Autónomos | Y con ellos llegó el cambio
Imagen | Geralt