Cuando en nuestra empresa un gerente nos comunica la desagradable noticia de que abandonará el proyecto por una razón u otra, se abre un problema respecto a la continuidad del modelo gestión de la compañía, lo que nos llevará a intentar cubrir el hueco con un nuevo profesional, ya sea de dentro o de fuera de la organización.
Buscando un símil podemos citar el caso del abandono del barco culé por parte de Tito Vilanova, que se centrará en exclusiva en superar su grave enfermedad. Lo que ha motivado que la dirección del FC Barcelona busque a toda prisa un sustituto, que por cierto quiere que comulgue con el mismo modelo gestión.
En mi opinión este empeño resulta prácticamente imposible, porque una cosa es la idea que podamos formarnos de un determinado profesional, que a priori puede encajar, y otra cosa muy distinta el 'producto' o modelo de gestión que implementará una vez que este comience a desarrollar su labor, una vez conocidos los recursos de los que dispone.
Por tanto, más que buscar lo mismo debemos buscar lo mejor entre las opciones disponibles, buscando siempre perfeccionar nuestro modelo de gestión, porque a pesar de que hasta ahora haya tenido un comportamiento envidiable, hay que partir de la base de que cualquier obra humana es susceptible de ser mejorada.
En Pymes y Autónomos | Debemos aprender de los proyectos fracasados para crecer
Imagen | davidcuella