Cada cliente es un mundo

Cada cliente es un mundo
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HOY SE HABLA DE

Esta semana me ha tocado convertirme en el manitas de la casa: pintar la fachada, cambiar el mecanismo de la cisterna, un enchufe por aquí, un temporizador de microondas por allá, etc. Por motivos obvios, he estado visitando diferentes tiendas de bricolaje y repuestos.

Una de las cosas que he aprendido esta semana es que hay vendedores que tratan a todos sus clientes por igual. En concreto, he tenido dos experiencias muy aleccionadoras sobre la gestión de estos: una muy positiva y otra no tanto.

La primera ha sido en la tienda de pinturas. No tengo ni idea sobre pintar (más allá del mecanismo de la brocha). Cuando le pedí al dependiente que me diera una lata para la fachada, se dedicó pacientemente a explicarme los tipos de pintura disponibles, cual es más adecuado para exteriores, cual resiste mejor las humedades, la cantidad que debía llevarme para que no me sobrase demasiada, etc. A pesar de que había algo de cola (donde esperaban algunos pintores profesionales que me miraban con cara de pocos amigos), el dependiente empleó casi 15 minutos en ilustrarme sobre el tema. En ese tiempo podría haber despachado a todos los que esperaban. Obviamente, me fui contento y sabiendo dónde voy a comprar la pintura de aquí en adelante.

La segunda experiencia ha sido en una tienda de respuestos de fontanería y el resultado ha sido todo lo contrario. Necesitaba sustituir el mecanismo de la cisterna del retrete, así que me llevé el estropeado y se lo enseñé al dependiente. Este comenzó a preguntarme, utilizando términos de fontanería que no conozco. Le expliqué que no tenía ni idea sobre el tema y que me diera la que él estimase oportuno. Sorprendentemente, el dependiente se dedicó a atender al resto de clientes (fontaneros profesionales), que habían llegado después de mí. Cuando acabó con ellos, volvió conmigo y me indicó que tendría que ir a mi casa (obviamente, cobrando el desplazamiento y la mano de obra). Como podeis imaginar, me largué con viento fresco y fui a otra tienda de respuestos, donde me atendierón amablemente. Y la cisterna ya funciona de nuevo, sin ningún problema.

Claramente, en una tienda de respuestos (o en cualquier establecimiento especializado), la mayoría de clientes conocen la terminología y el funcionamiento de los artículos que se comercian. Sin embargo, hay clientes que no controlan este mundillo. “Perder” algo de tiempo en atenderlos es lo más rentable que podemos hacer como empresarios. Sucede algo similar con alguien que no tiene ni idea sobre informática y acude a una tienda de informática para que le asesoren. Si se lleva una buena impresión, lo más probable es que vuelva en el futuro para realizar sus compras.

En definitiva, nuestra estrategia comercial debe diseñarse en función de nuestros clientes. Eso sí, debería ser lo suficientemente flexible para aceptar a aquellos clientes que queden fuera de ella.

Imagen | encontrado.es
En Pymes y Autónomos | 3 historias sobre cómo perder clientes, Fidelizar a tus clientes

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Comentarios cerrados
    • Tienes toda la razon. Pero..... todo en la vida depende del cristal desde donde se mira. En la tienda de pinturas te sentiste bien tratado por el dependiente al haber sido asesorado durante quince minutos, mientras que los demás clientes (se supone que éstos eran profesionales) esperaban a que te dieran una clase de bricomanía.

      Ahora yo me pregunto. ¿Se fue alguno de estos clientes a otra tienda cercana mientras te aleccionaban sobre como pintar tu casa?

      Si la respuesta es "si" no veo tan claro lo de tratar a todos los clientes de diferente manera. Cada cliente es diferente y necesita un trato diferente y de la forma que te atendieron me parece muy buena, pero pregúntales a los que esperaron 15 minutos.

      Soy un negado para esto de la informática. Como lo se, voy siempre a la misma tienda especializada donde tengo bastante confianza con el personal que me asesora, pero si veo que hay mucha gente en el mostrador prefiero esperar para que me atiendan bien a mi y no molestar a la los que si saben. Así ganamos todos y todos tan contentos. No se me ocurre entrar en una tienda donde no me conocen y pedir que me expliquen el esquema de pintado de mi casa para luego pensar si compro o no lo que me aconseje el dependiente (o debería llamarlo profesor).

      En algún post he leido que en estas fechas (de crisis) lo que hay que hacer es procurar conservar los buenosclientes que tienes y ya habrá tiempo de buscar otros (algo así).

    • En resumen : Cada cliente es un mundo pero no te olvides de tus verdaderos clientes. Que por cierto son lo que te dan de comer.

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