En multitud de ocasiones hemos hablado de encontrar nuestro nicho de mercado, de seleccionar a nuestros clientes objetivos e intentar satisfacer la demanda de éstos con nuestros productos. Una buena parte del éxito de nuestra empresa se basa en dar al mercado lo que quiere, lo que espera de nosotros.
El estreno de la cuarta entrega de la saga cinematográfica de Torrente ha alcanzado más de 8 millones de euros de recaudación en los cines españoles este fin de semana. Esto supone un record absoluto en la historia del cine español y demuestra que el quid de la cuestión es satisfacer las necesidades de los clientes.
No entremos en cuestiones de calidad, si por eso fuera McDonalds se arruinaría ante los buenos restaurantes o muchos de los números uno de la música nunca llegarían a serlo. Al final cada producto se hace para un mercado concreto y lo que todo negocio ha de buscar es encajar lo que ofrece en los gustos de su posibles clientes.
Que nuestros productos puedan adaptarse a las necesidades de un tipo de cliente o de otro forma parte de la política y las estratégias empresariales. Que busquemos llegar al mayor número de clientes o a un grupo más reducido y selecto y que nuestros precios se ajusten a este criterio, en busca de la mayor rentabilidad posible, es una buena parte de la tarea de los empresarios.
Debemos decidir qué ofrecemos, a quién le puede interesar, si están dispuestos a gastar en nuestra propuesta lo que nosotros pedimos y si esa relación oferta-demanda cubre, además, los criterios de rentabilidad necesarios para que nuestro negocio se beneficie de ello.
Viendo el caso de Torrente está claro que Santiago Segura sabe lo que la gente quiere, los números saltan a la vista. Para él no hay efectos de la piratería ni crisis de espectadores, pero esta misma situación la podemos ver en otras empresas y otros sectores. Al final el secreto es estudiar lo que el público demanda y saber satisfacerlo.
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