Ventas, vender asesorando

Ventas, vender asesorando
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Bien seamos autónomos o empresarios una de las funciones clave que deberemos hacer para que nuestra actividad profesional funcione es hacer llegar nuestros productos o servicios a nuestros clientes potenciales y que esos clientes potenciales se conviertan en clientes activos, que adquieran o contraten lo que les ofrecemos, en otras palabras, una de las funciones más importantes será vendernos, ¿pero cómo hacerlo?

Técnicas para vender nuestros productos o servicios existen mil, explicaciones comerciales y sistemas las hay infinitas pero una de las decisiones más difíciles que deberemos tomar y que a la vez configuraran nuestra imagen de cara a los clientes es la forma de presentarnos, la forma de enfocar la forma de vendernos, en este caso se trata de poner en contraposición una técnica de venta agresiva contra una técnica de venta más prescriptiva.

Durante los años ochenta y noventa del siglo pasado estuvo muy en boga la forma de vender agresiva, el vendedor implacable, dicharachero y capaz de cerrar cualquier venta en poco tiempo era la forma más valorada para vender muchos productos y servicios, especialmente de algunos sectores, esa venta que sin duda es una muy buena opción para determinado tipo de productos que requieren de una venta impulsiva, poco reflexiva y de cierre en el momento por lo general no nos será la más apropiada para todos los sectores.

Y es que ese vendedor de escuela de ventas, gran orador (pero poco comunicador), gran estratega del juego emocional y de las medias verdades en pos de la venta rápida ha dejado paso en esta última década a un vendedor y a un tipo de venta mas prescriptivo, mas de asesoramiento al cliente, en la venta moderna, en la venta actual ya no se trata tanto de venderle al cliente sino de ofrecerle soluciones al cliente.

¿Y con esto quiero decir como firmante de este articulo que la antigua venta está muerta o que ya no nos es útil?, no, al contrario, la antigua venta, de la venta pura, del vendedor implacable podemos aprender y mucho, podemos aprender perseverancia, poder de convicción y muchos otros atributos, ahora bien probablemente si aunamos lo mejor de este tipo de venta, desterramos lo peor y le sumamos las virtudes y bondades de una venta más técnica, más reflexiva y empática con el posible cliente no solo venderemos más, sino que probablemente aumentaremos la satisfacción y durabilidad de la relación con el cliente.

En Pymes y autónomos | A vender con AIDDA Imagen | timparkinson

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