Las comunicaciones y las infraestructuras son una cuestión capital para las empresas de un área geográfica determinada, especialmente en el caso de nuestro país como consecuencia de su posición periférica respecto al centro de negocios europeo. Adicionalmente, también es importante hacerlo a un precio adecuado, para que así los envíos de mercaderías puedan hacerse a un coste razonable y ser competitivos en precio.
Una buena noticia en este sentido es el anuncio del Ministerio que dirige Ana Pastor de reducir las tasas en los Puertos españoles, con el objetivo de incrementar aún más el tráfico mercantil en un momento en el que nuestra balanza comercial está experimentando un comportamiento excelente.
Aunque valoro muy positivamente esta propuesta que seguramente se materializará en los próximos días, nunca he llegado a entender por qué un país periférico como el nuestro no se ha propuesto medidas de este tipo con anterioridad. Tal vez se haya debido al afán recaudatorio, pero está demostrado que favoreciendo bajando estas tasas, incrementaremos el tráfico y todos, incluido el fisco, salimos ganando.
Ojalá esta propuesta pueda sentar un precedente para nuevas bajadas en el futuro en los Puertos marítimos, en los aeropuertos, peajes, y en todas las infraestructuras de comunicación en sentido amplio. Porque el objetivo del equilibrio presupuestario no debe ser un objetivo en si mismo, sino que también ha de servir para sentar las bases de la recuperación empresarial y económica.
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