Entre las muchas formas de conseguir clientes, pocas funcionan tan bien como los contactos y las recomendaciones, sobre todo en países como el nuestro donde las relaciones personales son muy importantes. Sin duda hay unos sectores en los que esto tiene más importancia que en otros, pero en ningún caso se debe subestimar su valor.
Con el desarrollo de las redes sociales, las posibilidades de entablar relaciones, personales y profesionales, aumentan exponencialmente, lo que puede permitir una expansión de tu negocio que no conviene perder de vista.
La importancia de los contactos radica en que son una importante vía de publicidad, en determinados sectores funciona (y mucho) el boca a boca: - ¿Conoces a alguien que haga tal? .- Si, tengo un amigo que se dedica a eso. o - Si, yo le he encargado cosas a esta gente, y han respondido muy bien.
Tenemos ahí un ejemplo de un contacto y una recomendación, el mero contacto no garantiza que "el amigo" sea la mejor opción que buscas, pero siempre parece más fiable alguien de quien se puede tener alguna referencia, que un completo desconocido (aunque esto no tiene porque ser así ni remotamente)
Las redes sociales permiten ampliar esa red de "conocidos", permiten establecer contactos con gente en cualquier punto de la geografía mundial, contactos que pueden desembocar en una colaboración para un trabajo o convertirse en un nuevo cliente.
Pero hay determinados sectores y ámbitos a los que es casi imposible acceder si no es mediante un contacto o una recomendación de alguien de dentro que te abra la puerta, es poco probable que, por más que te anuncies en internet, en la prensa o en donde sea, determinado tipo de cliente vaya a recurrir a tí si no se lo recomienda alguien de su confianza.
Es por todo esto que debemos cuidar nuestra imagen, no sólo física, sino esa que nos forjamos mediante lo que escribimos en nuestro perfil de facebook, o en nuestro blog personal.
Recordad también que muchos negocios no se cierran en torno a una mesa llena de ordenadores y sillas de diseño, sino ante una mesa con unas copas de buen vino y una buena comida.
En Pymes y autónomos | El enchufe cancerígeno Imagen | Fran Carreira