Desde hace unos años, como consecuencia de la propia crisis económica y la incertidumbre laboral que suscita, cada vez más profesionales se niegan a cambiar de puesto de trabajo dentro de la organización o fuera de esta, por el temor a que puedan adentrarse en una época de inestabilidad laboral, considerando que los esfuerzos pasados y la obligación moral de sus superiores para respetarles su puesto de trabajo, les garantizará su puesto de por vida.
Esta actitud, que algunos denominan 'apoltronamiento laboral', está creando una legión de elefantes que con el paso del tiempo van perdiendo la motivación, el empuje, la proactividad, y la energía que tanto necesita un profesional para abordar con éxito sus compromisos laborales.
En mi opinión las personas no podemos desprendernos de esta motivación, y además, necesitamos enfrentarnos a retos constantes, porque de no ser así, podemos caer en la apatía, en la rutina, y en el abandono de nuestra carrera profesional. Además, de correr el riesgo de que nos sorprenda un despido en un momento en el que no estamos preparados para enlazar un nuevo reto.
Con ello no quiero decir que no debamos permanecer mucho tiempo en nuestro puesto actual, porque es perfectamente compatible llevar diez años en el mismo puesto y crecer cada día, porque todo ello dependerá de nuestra capacidad de compromiso, del dinamismo de las tareas, y también de lo 'activos' que nos sintamos en nuestra responsabilidad.
En Pymes y Autónomos | Conseguir el trabajo deseado es cuestión de esfuerzo
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