Imagen vs las reglas del juego

Imagen vs las reglas del juego
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HOY SE HABLA DE

Andrés J. se hizo cargo, hace 15 años, del negocio familiar, sus padres habían sido emigrantes en Suiza y volvieron a España con unos ahorros dispuestos a empezar una nueva vida. Decidieron poner una tienda de pinturas, un negocio sencillo, sin empleados y sin complicaciones. Cuando sus padres se jubilaron, Andrés se quedó con la tienda y decidió arriesgar y dar un paso más.

Como él no podía atender al negocio solo, contrató a un empleado y, para generar mayores ingresos, dejó de esperar a que los clientes viniera a la tienda y se puso a hacer labor comercial y salir a la calle a aumentar la cartera de clientes entre las empresas del sector.

La cosa fue bien, las ventas aumentaron y también el trabajo. Con el tiempo, su pequeña tienda se convirtió en una empresa, un administrativo, dos personas en la tienda, tres comerciales y él, que también estaba en la calle. Había cogido una representación de una empresa italiana del sector, había comprado una nueva máquina mezcladora, financiaciones, avales, siete familias viviendo del negocio… una auténtica empresa.

Hace 2 años la cosa cambió, la crisis afectó al sector y las ventas cayeron. Dos de los comerciales se marcharon porque habían bajado las comisiones y no ganaban lo suficiente, después prescindió del administrativo, él mismo se encargaría de las facturas, los pedidos, los pagos, y, finalmente, tuvo que despedir a una de las personas de la tienda, estando él allí se podía encargar también de ayudar a atender a los clientes.

La semana pasada Andrés decidió cerrar la empresa, la mezcladora se averió y hay que comprar una nueva. El banco, su banco, no le financia la compra, así que, o se gasta parte de sus ahorros para comprarla, o hipoteca su casa para que el banco le preste el dinero a la empresa. Un cadena de supermercados lleva meses intentando convencerlo para que les alquile el local y ha decidido que ya no merece la pena seguir así.

¿Para que va a mantener artificialmente una empresa de un sector con un futuro muy incierto? No merece la pena arriesgar su patrimonio, el que consiguó trabajando 12 horas al día, por mantener algo que no tiene perspectivas de que pueda volver a ser rentable. El alquiler le porporcionará una fuente de ingresos y siempre tendrá la opción de empezar un nuevo negocio con los ahorros que todavía tiene.

Hablamos ayer de la “mala imagen” de los empresarios, esos que sólo miran por su bolsillo (como todo el mundo) y que viven de explotar a los empleados (eso sí, trabajando 12 horas diarias y con una semana de vacaciones al año, si hay suerte). A Andrés le criticarán porque tiene una casa, un bajo para poder alquilarlo y los ahorros que ha podido guardar durante esos 15 años, dirán que cierra el negocio y que habrá mandado al paro a éste, al otro y al otro más.

Por supuesto no dirán que, durante años y gracias a su apuesta, a su inversión y al trabajo de todos, siete familias pudieron vivir desahogadamente (incluso alguno habrá podido ahorrar casi tanto como él o se habrán comprado una casa como la suya). Tampoco dirán que cada vez que la empresa necesitó financiarse para comprar maquinaria, furgonetas para el reparto, o poder tener más mercancía en el almacen, Andrés puso su patrimonio como aval para que el banco diera el dinero.

Una cosa es la imagen, otra la realidad. Andrés es la realidad de miles de pequeños empresarios que han cerrado o están pensando en cerrar su negocio. Las reglas del juego de los negocios son buenas cuando todo va bien y muy malas cuando todo se tuerce, Andrés, como el resto de empresarios, tiene que asumirlas. Habrá de todo, pero explotadores pocos, multimillonarios menos todavía, a pesar de todo algunos seguirán pensando en esa imagen, yo defenderé siempre la realidad.

En Pymes y Autónomos | Lo que supone ser empresario
Imagen | RUDEWORKS

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Comentarios cerrados
    • No se trata de desanimar ni de desmotivar a nadie. Mi reflexión es que siempre, y más si cabe todavía, todo empresario (micro, pequeño, mediano o grande) asume cuáles son las reglas del juego del mundo empresarial. Si embargo el resto de la sociedad no lo hace y por eso tenemos mala fama.

      A pesar de todo esto, yo prefiero asumir los riesgos y ser empresario y me importa bien poco la imagen que tengan de mí. Eso sí me gustaría que la mentalidad de la gente fuera distinta, no por mi bien, si no por el suyo propio y porque la economía de nuestro país tendría otro desarrollo si la gente tuviera más iniciativa y no se dejara llevar.

    • La "filosofía" que hay detrás de este post no es tanto mostrar los detalles que llevan a Andrés al cierre de su empresa si no lo que realmente hay detrás de la gran mayoría de los empresarios y lo alejada que está de la realidad la imagen tan extendida sobre el empresario especulador Como hago referencia, todos los empresarios deben asumir cuáles son las reglas del juego del mundo empresarial y el fracaso forma parte de esas reglas. Lo mismos que la inversión, la rentabilidad, la iniciativa, etc. No entro en si su banco hace bien o mal en financiarle (el banco también es un negocio), ni en otro tipo de circunstancias. Lo que sí pongo de manifiesto es que el cierre de una empresa, si se debe al poco futuro de la misma, a la baja rentabilidad o a cualquier otro tipo de factores, no tiene que implicar la ruina del empresario. Si este ha conseguido hacerse con un patrimonio gracias a esa inversión, a su gestión y a su esfuerzo, es totalmente lícito que, llegado el caso, no tenga la obligación de arriesgarlo o directamente perderlo todo por mantener a toda costa su empresa Si embargo esta cuestión no es bien vista por una gran parte de la sociedad que casi exigen que el empresario se hunda con su empresa y, si no es así, caemos en la demagogia del que se ha enriquecido gracias al trabajo de los demás y que tiene a salvo sus propiedades mientas sus trabajadores se van al paro No conozco a muchos empresarios que disfruten despidiendo a sus trabajadores, ni a los que les guste tener que asumir un fracaso empresarial por mucho patrimonio que tengan detrás. El mundo de los negocios tiene una dinámica, entrar en él supone una apuesta pero nadie debe jugarselo todo al doble o nada, aunque a esa parte de la sociedad no le parezca bien.

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    • En nuestro pais, la gran mayoría del tejido empresarial son pymes con muy pocos trabajadores en plantilla y autónomos. Estos pequeños empresarios, que cada vez que acuden a una entidad bancaria para financiarse, tienen que llevar hasta a los abuelos para que firmen, además de comprometer hasta su vivienda habitual con su firma personal. Esos autónomos que no tienen derecho a paro si tuviera que cerrar la empresa. Que nadie indemniza si sus clientes no les pagan, incluyendo las Administraciones Públicas, grandes morosas de pymes y autónomos. Ese noventa y tantos por ciento de las empresas de nuestro pais que están encuadradas en este colectivo, resulta que son explotadores de la clase trabajadora. Señores, háganse ustedes Autónomos en vez de permanecer en la cola del INEM , no pierdan la oportunidad de hacerse millonarios, de tener empresa propia, es una bicoca, grandes periodos de vacaciones, jornada laboral reducida, no recomienden a sus hijos que hagan una oposición, se van a aburrir en ese tipo de trabajos y se arrepentirían durante toda su vida, hasta es posible que el día de mañana se prejubilaran a una temprana edad, con lo saludable que será trabajar hasta los 67 años, tal y como se va a aprobar proximamente.

      R: Ejem, gracias por el ofrecimiento de ser empresario, pero prefiero todos los meses mi sueldo, mis cuarenta horas semanales, mi mes de vacaciones, mis derechos adquiridos y no se te ocurra pensar en despedirme porque con mi antiguedad te vas a quedar tieso, además tengo prestaciones por desempleo y luego subsidio. Yo si que estoy protegido por el Estado, en cambio, tu , si te viene la cosa mal, te vas a enterar lo que es estar solo, insultado por tus trabajadores, criticado por tu esposa y por tus hijos, ignorado por tus amistades, por eso no me seduce tu paraiso.

      R: Vale, pero con este panorama, las personas emprendedoras no van a tener aliciente para iniciar ni desarrollar ninguna idea o proyecto nuevo. ¿Quien en su sano juicio en nuestro pais, va a crear nada con todos los riesgos que conlleva? Que inventen otros, que creen otros, que fabriquen otros y que nos vendan sus productos otros, a vivir que son dos días y el que venga detrás que arree. 

      El desánimo es general y solo se oyen discursos y mitines trasnochados propios del siglo diecinueve.

      La cultura y la mentalidad no es fácil de cambiar y al final tendremos lo que nos merecemos.

    • Menuda verdad, si es que en este país solo se premia la pereza, dando pensiones, ayudas y subvenciones. Yo creo que los pequeños empresarios no necesitamos ayudas, simplemente que no nos ahoguen más.

      Un saludo

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