Productos de proximidad

Productos de proximidad
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HOY SE HABLA DE

Existe una cierta tendencia en muchos sectores de empezar a apostar por los productos locales en lugar de por otros foráneos, y la argumentación que nos dan al respecto son básicamente dos: el defender los productos nacionales, y también motivos ecológicos. Con todo el respeto me permito decir que ambos factores los considero un soberano disparate para decirlo finamente.

En un mundo cada vez más conectado entre si, más global y en el que las mejores oportunidades se nos presentan en cualquier lugar del planeta, someter estas oportunidades a un supuesto patriotismo comercial o bien a la defensa de la naturaleza por no consumir tanto combustible y demás en transporte me parece ridículo.

Yo soy de la opinión siempre que el objetivo de la empresa es la rentabilidad, no el patriotismo comercial, yo quiero conseguir siempre el mejor producto, las mejores relaciones comerciales, al mejor precio posible y a la mayor calidad posible. No miro de donde viene un producto, no creo que por ser de un lugar tenga que comprarlo de ese lugar, lo compro donde me interesa, y donde me ofrecen los niveles de calidades y precio que yo pretendo.

Algunos dicen de proveerse solo de por ejemplo agricultores o ganaderos lo más cercanos posibles para favorecer la “cocina de proximidad”, yo digo que depende, depende mucho de lo que pretenda, es decir si adquiriendo proximidad adquiero el valor que yo quiero aportar a mi cliente estará bien. Si por ejemplo mi comarca es rica en según que productos y quiero utilizarlos como enseña de calidad al cliente fantástico, pero no por ayudar a los agricultores o para ayudar al país. Si a mi ese valor no me interesa y prefiero que me lo traigan de la otra punta de mundo porque me es más rentable o simplemente me apetece no tienen porque hablar de ese supuesto patriotismo comercial que he comentado.

¿Que es insostenible el nivel de transporte tan elevado?, ¿que se encarecen los productos?, ¿que se hace daño a la economía local?, me permito decir que lo que hace daño a la economía local no es solo la competencia internacional, es el no saber reinventarse. Que compito con X producto más barato de la China o del Congo, pues me reoriento y apuesto por el valor añadido o la calidad, y de no poder cierro y me reconvierto. Y que es insostenible tanto trafico mundial, lo único que considero insostenible es lo que algunos querrían es de que nos comiésemos las lechugas de nuestros propios huertos instalados en los tejados de nuestras casas.

Un ultimo apunte, otro tema que me hace gracia en la misma línea, es de aquellos que dicen que tenemos que conducir coches fabricados aquí, etc, etc., digo lo mismo, hoy los limites, las fronteras comerciales casi no existen. Yo no compro un coche por la bandera que lleva (si es que lleva alguna, pues la matriz puede ser de un país, la filial de otro, los componentes de un fabricante de X país, y no se que piezas de Z país), lo compro en todo caso por la calidad que tiene, por el precio o por muchos otros factores, pero no por el idioma que me hable.

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Imagen | Angel mat-eye

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Comentarios cerrados
    • La política que expresas en tu artículo no es especialmente mala en según qué contexto. Cuando la economía está muy activa puedes permitirte ese lujo. Pero cuando a tu alrededor no se dan las mejores circustancias económicas, si tu principal mercado es el local, o intentas ayudar a reflotar la economía de tu zona contando con proveedores locales, aunque se tenga un menor margen comercial (para que estos tengan unos ingresos con los que puedan comprarte tu producto) o te vas al gerete. Las cosas nunca son blancas o negras, todo tiene sus matices, al menos desde mi punto de vista

    • Bueno, en realidad, la tendencia de esos sectores no deja de ser una estratégia de márketing. No es un estudio de competitividad, económico o teórico de ninguna clase. Es un intento de darle un valor añadido a un producto que no puede competir via precios y se le intenta agregar un componente emocional. El análisis económico que hace es cierto y evidente. Del mismo modo es evidente que los patrones de consumo no son del todo lógico si no tambien emocionales. Si a usted no le afecta "emocionalmente" este mensaje, evidentemente no va dirigido a usted. Lo cierto es que si hay un público objetivo que la marca de nacionalidad o territorialidad es un condicionante a la hora del consumo.

      Hacer análisis económicos de una campaña de márketing es como querer vaciar el mar con cubos de agua. Los mensajes de márketing son sesgados e interesados y tienen una misión concreta, vender.

      Más allá del análisis de si cumplen sus objetivos o no, si son estratégias de márketing correctas o no, no caben análisis económicos. Estos debates son estériles porque el objetivo de esas tendencias no es entender la economía, definirla o mejorarla. El objetivo es vender. El objetivo es llegar al consumidor objetivo, no a todos.

      Si a usted, personalmente y valga la redundancia, no le afecta este tipo de mensaje, es porque en sus patrones de consumo no entran componentes emocionales de ese tipo. Pero usted es una persona y los consumidores son muchos más, dentro de los cuales, posiblemente (y me consta) si que tienen un peso específico el componente territorial/emocional.

      Creo que debería saber diferenciar lo que es una estratégia comercial de una teoría económica. Lleva ya dos artículos, al menos, en la misma linea. En ambos parte del mismo error. Se toma en serio, como lo que define la economía, una estratégia de márketing.

      El márketing lo idean unos señores que entienden la economía, ven que tienen un producto que es demasiado caro comparado con los sustitutivos, ven que los del entorno son igual de caros, ven estadísticas donde se dice que un número apreciable de consumidores preferirían pagar más por un producto local que por uno foráneo y lo explotan comercialmente.

      Usted comete el error de creer que es eso lo que creen en realidad, y disertar sobre ello. Eso quiere decir que el mensaje ha llegado alto y claro al público, con lo que aquellos sensibles al mensaje reaccionarán.

      Pero un profesional debe saber separar los mensajes tendentes a buscar una reacción concreta a través del márketing, de las teorías económicas serias.

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    • Avatar de klinton Respondiendo a klinton

      Estimado Klinton,

      Muy, muy interesante su comentario. Exacto, precisamente de eso se trata, el “patriotismo comercial”, no es nada más que una estrategia de marketing, no algo que nos deban imponer para “defender las industrias del país” ni nada por el estilo. Yo defiendo mi bolsillo y mis intereses no las industrias de nadie. Aun recuerdo algunos sindicatos quejándose de porque la administración publica catalana (de donde yo soy) utilizaba una determinada marca de coches (para su flota de vehículos oficiales) extranjera y no una marca casera...eso es lo que me parece absurdo, yo firmo un contrato con el proveedor que mejores condiciones me aporta, no porque sea de aquí, de allí o de la Cochinchina.

      Saludos, y de verdad muy interesante su disertación.

      CASTILLON

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    • Muy señor mio,

      Creo que vuelve a mezclar conceptos. Repito, el márketing se puede discutir desde dos puntos de vista. Como consumidor, si me afecta o no. Como profesional, si es efectivo o no.

      Ahora bien, el consumo que hace el sector público, por definición, no ha de regirse ÚNICAMENTE por cuestiones económicas, dadas las especiales carácterísticas de este cliente en cuestión.

      Si el gasto público realizado en empresas de la zona/país revierte en empleos directos, al coste económico de la operación habría que restarle el beneficio creado con esos empleos. La forma de cuantificarlo, expresarlo, defenderlo, valorarlo etc, será una cuestión totalmente POLÍTICA, muchas veces electoralista, que, en todo caso, nada tienen que ver con una economía de mercado. El tipo de consumidor no es el mismo, y sus condicionantes a la hora de consumir no son los mismos. Del mismo modo que a usted no le afecta el "patriotismo consumista", a las administraciones públicas no les debe afectar SOLO la ley del precio. Ni siquiera el ratio PRECIO/CALIDAD. Es un cliente que maximiza su elección de gasto de forma completamente diferente a un consumidor "normal", puesto que lo hace desde el prisma político.

      Por lo demás, no creo que nadie obligue a nadie a comprar algo en contra de su voluntad. Yo no soy de cataluña y no se si allí si. En todo caso, con las estratégias de márketing sucede como con la televisión. Con no hacerle caso basta. Usted es libre de elegir. Y los departamentos de márketing se esforzarán en hacerselo creer....mientras le condicionan.

      Si sigue mezclando conceptos y analizando el comportamiento de un león con el patrón de la vida social de una marmota, las conclusiones que saque, por fuerza, no dejarán de ser "curiosas", pero totalmente irrelevantes. Otra cosa es que pensemos que los leones deben vivir como las marmotas y "forcemos" el análisis para destacar lo equivocado del comportamiento del león y lo feliz que sería viviendo como una marmota.

      Ningún político autorizará un gasto, económicamente rentable, si le va a suponer pérdida de votos en las siguientes elecciones. Le puede gustar o no, pero ese es el comportamiento, totalmente diferente, de un consumidor normal. Elija quien es la marmota y quien el leon.

      PS: Si el sector público se guiase sólo por cuestiones económicas, la mitad de trenes de cercanias del país estarían anulados, por ejemplo

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