Hoy en día muchas de nuestras empresas se han visto obligadas a tomar drásticas determinaciones que han afectan a todos los integrantes de la organización, y para ello, el papel de las mesas de negociación está siendo más importante si cabe.
Sin entrar a la discusión de si el juego de poderes se ha visto o no modificado tras la reforma laboral que el gobierno de la nación ha llevado a cabo en esta legislatura, muchos trabajadores desconfían de este proceso, hasta el punto de afirmar que no se sienten representados.
Esta situación está derivando en situaciones muy complicadas e incluso, extremas, como por ejemplo la que se ha vivido en la factoría de Goodyear en nuestra vecina Francia. Que al considerar sus trabajadores que las negociaciones de su reestructuración partían desde un punto que les resultaba muy poco favorable, han decidido tensar la negociación tomando como rehenes a dos directivos de la compañía.
Con independencia de si esta estrategia pueda resultar o no efectiva, en mi opinión, las mesas de diálogo deben basarse en unas relaciones humanas basadas en el respeto y en el diálogo, quedando fuera de lugar todo lo que no vaya encaminado en este consenso.
De tal manera que si consideramos que no son equitativas, deberíamos plantearnos que es lo que está fallando, y denunciar ante las mismas mesas de negociación que los procedimientos, las posiciones, e incluso el juego de poder no nos parece justo. Realizando una crítica consistente, que se fundamente en razones objetivas, y que no se quede únicamente en la manifestación de un sentimiento de protesta que pueda resultar vacío.
En Pymes y Autónomos | Daños morales a un sindicato por negarse a negociar Imagen | Cancillería Ecuador