Cuando hablamos de negocios entre colegas y con nuestras amistades, muchas veces escuchamos la tímida frase: 'ya invertiré cuando pase la crisis', una postura que muestra el miedo a la incertidumbre y la inmovilidad de quienes la pronuncian. Esperando a que las circunstancias cambien para tomar sus decisiones de inversión y financiación.
Lo que ocurre en este tipo de situaciones es que muchos proyectos, ideas y estrategias no se despliegan por el temor a que las circunstancias no mejoren, ignorando que en tiempos de crisis podemos encontrar factores que nos favorezcan por este mismo motivo. Debido a que si se tratase de una época de bonanza serían muchos los pescadores de oportunidades los que echaran la caña, mientras que en una época de dificultades, claro está que hay menos peces, pero también muchos menos pescadores faenando.
En este sentido hoy quiero dar un mensaje a todos los emprendedores que se debaten en esta situación, porque por mucho que esperemos no nos aseguramos que las circunstancias vaya a ser mejores (nadie lo sabe), así que lo mejor es lanzarnos hacia adelante siempre y cuando estemos convencidos de que tenemos una buena idea que desarrollar.
A lo largo de la historia han existido negocios dentro de los sectores más variopintos que han triunfado y que han fracasado, pero también es cierto que no porque nos encontremos en una fase del ciclo económico o en otra, existe una condicionalidad tan significativa como para determinar el futuro de nuestro proyecto, demostrándose en muchos casos que se trata solo de un prejuicio.
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