Indudablemente el desempleo es el mayor problema social que actualmente padece España, destacando dentro de este capítulo el caso de los parados de larga duración y el de los más jóvenes, que son los colectivos sobre los que dicho fenómeno está teniendo una incidencia más virulenta.
Para promover una solución a este problema, se están promoviendo planes para minimizar su impacto, como es el caso de la Comunidad de Madrid, que ha puesto en marcha un nuevo Plan de empleo, mediante el que se incentivará a las empresas madrileñas con 1.000 euros por cada trabajador que contraten a profesionales con una edad igual o superior a los 45 años, y además, 500 euros de ayuda cada año por la contratación de jóvenes desempleados.
Evidentemente, de cuántas más ayudas dispongan las empresas, mayor será su preferencia por incorporar nuevos profesionales a sus plantillas, pero, no creo que estas medidas sean suficientes para conseguir una empresa tan complicada, máxime cuando además del 'precio', se valoran otros tantos factores, como la experiencia, la formación, la capacidad para resolver problemas, o la predisposición para gestionar situaciones de estrés.
En mi opinión creo que este plan no resulta suficiente para que las empresas se decidan a contratar más, ya que más que incentivos para contratar a trabajadores, lo que se necesitan son incentivos para reactivar la economía desde el lado de la demanda, como por ejemplo, una rebaja de la presión fiscal o cualquier otra encaminada a que los consumidores dispongan de más recursos para consumir y/o invertir.
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