Muchas veces las operadoras no cumplen con las expectativas que tienen las empresas. Es como una manta corta, o te tapa la cabeza o te tapa los pies, pero parece que no puede cubrir todas las expectativas, sobre todo si buscamos un oferta convergente que además aproveche infraestructuras que ya tenemos.
Muchas veces la operadora pone el foco en la telefonía móvil, los smartphones con planes agresivos de precios y terminales de última generación. Y sin embargo no tienen una respuesta adecuada para las comunicaciones de la línea fija en la empresa o las que nos proponen nos obligan a cambiar de infraestructura, como la centralita, clave muchas veces para el negocio.
Al final el resultado es que muchas empresas acaban por conformarse con la oferta menos mala. Mientras que hoy en día tenemos que ofrecer flexibilidad y empatía con el cliente, en el mercado de la talefonía móvil las empresas no encuentran esta flexibilidad para encontrar un producto a medida de sus necesidades.
Y todo esto sin tan siquiera apostar por la oferta más económica. Empresas que tienen recursos suficientes siguen sin encontrar esta solución que demandan. Y el resultado es un descontento que nos hace ir probando de una operadora a otra hasta tratar de quedarnos con la oferta que se ajuste en mayor medida a sus necesidades, aunque sin ser el traje a medida que buscan.
La oferta de comunicaciones unificadas está dentro del portfolio de la mayoría de operadoras. Pero una cosa es lo que nos venden y otra la realidad con la que nos encontramos cuando ya hemos firmado el contrato y empiezan a surgir las dificultades.
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