Del SEO hemos hablado mucho, pero siguen existiendo muchas dudas. De hecho cuando alguien me ha comentado que quiere tener una página web, lo primero que siempre me dice es que quiere aparecer el primero en Google. En este caso yo siempre le doy la misma respuesta. Pon un anuncio en Google y saldrás destacado. Si no apareces tendrás el primero tendrás que pagar más. Porque el esfuerzo de posicionamiento en las búsquedas de la pyme debe ser constante y muchas empresas no están dispuestas a realizarlo.
Estamos hablando de aparecer los primeros por búsquedas relacionadas con las palabras claves en las que queremos aparecer, en eso consiste el SEO. Pero claro, no todas las empresas tienen a una persona dedicada para optimizar su página según los cambios del algoritmo de Google. Porque los cambios en la forma de calcular el posicionamiento son constantes y esto requiere un esfuerzo muy importante.
Yo distinguiría dos aspectos. El primero se refiere a las cuestiones técnicas como velocidad de carga, construcción de la página web, etc. Esta cuestiones tenemos que definirlas en la creación de la página con el diseñador web y tratar de tenerlas lo más optimizadas posible y si no prestamos atención a estos aspectos luego tiene difícil enmienda.
Otra cuestión se refiere a los contenidos. Este es el aspecto que más puede trabajar desde la propia pyme. Ofrecer contenidos que sean útiles para sus usuarios. De media un usuario pasa 8 segundos en una web. Si en ese tiempo no ha encontrado la información que busca, abandonará la página. Por eso es tan importante ir actualizando de forma periódica nuestra página.
Pequeños tutoriales, consejos de mantenimiento, pero también vídeos muy breves, de poco más de un minuto a ser posible, pero también fotografías e imágenes son básicas para que nuestro contenido sea compartido, difundido y enlazado por otras páginas, redes sociales, etc. Esta es la manera en la que Google entiende que nuestro contenido es útil para muchos usuarios y por lo tanto nos pone más arriba en su lista de resultados.
Y todo esto requiere un continuo esfuerzo, en la creación de los contenidos, pero también en ver qué nos ha funcionado y qué no. Y aprender a hacer que lo que ofrecemos sea más atractivo, a tener paciencia y comprender cómo evoluciona el mundo de Internet y sus búsquedas. Por eso muchas empresas prefieren pagar por anunciarse y dedicar sus esfuerzos más a su negocio.
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