No sólo tenemos que trabajar con los equipos informáticos de la empresa, sino que tenemos que hacerlo de la forma más eficaz posible. En verano tenemos el tiempo necesario para ir evaluando las necesidades de los distintos puestos de trabajo por eso hoy vamos a ver siete mejoras que podemos hacer en los ordenadores para mejorar la productividad.
Porque no todos los puestos ni todos los empleados van a tener las mismas necesidades, o simplemente determinadas inversiones no saldrán rentables porque la mejora del puesto no será significativa en lo que aporta a nuestra empresa. Vamos a ver algunas de ellas
Trabajar con dos pantallas
Esta alternativa es muy sencilla de poner en marcha, sobre todo si tenemos puestos de trabajo que no estamos utilizando o alguna pantalla vieja. Nos servirá para hacer la prueba piloto y comprobar la mejora que puede suponer para un puesto de trabajo aumentar el tamaño de la pantalla disponible.
Otra alternativa es adquirir pantallas de 24" que permitan mantener dos documentos en formato A4 en paralelo, que es muchas veces lo que necesitamos. En estos casos, a un equipo le tocaría pantalla nueva y a otro trabajar con dos de las que ya está utilizando nuestra empresa. Hacemos el dos por uno que tan rentable sale, renovamos uno y mejoramos dos.
Un dock para el portátil
En el caso de que tengamos trabajadores en movilidad que trabajan con un equipo portátil podemos utilizar un dock, una base donde vamos a conectar nuestro portátil cuando estamos en la oficina y donde tenemos conectados todos los periféricos.
En este caso el dock nos servirá para ampliar la capacidad del portátil, pero sobre todo para no tener que estar conectando todo cuando llegamos a la oficina. Podemos conectar desde una segunda pantalla a discos duros o un teclado y un ratón para conseguir una mejor ergonomía.
Ampliación de memoria para los equipos
Si lo que buscamos es una pequeña mejora de rendimiento podemos apostar por una ampliación de memoria RAM para los equipos. Aquí también serviría la regla del dos por uno, y un equipo lo mejoraríamos con una memoria nueva del doble de capacidad de lo que tiene, y otro heredaría la memoria antigua que hemos sustituido.
Hoy en día la memoria RAM no suele ser un inconveniente, pero muchos equipos de empresa se compran bastante justos, por lo que al cabo de tres años suelen tener algún que otro inconveniente y tenemos que ampliar, algo indispensable si queremos alargar la vida útil de los equipos más de lo que habíamos pensado.
Un disco SSD en lugar del disco duro tradicional
Esta es una de las mejoras de rendimiento que mejor funcionan. Los discos duros mecánicos se habían convertido en un cuello de botella en muchos casos. Un disco SSD nos va a dar una mejora de rendimiento muy buena para los equipos con un sistema operativo moderno.
Por otro lado, al ser algo más caros puede que perdamos un poco de espacio de almacenamiento. Esto se puede solucionar manteniendo el disco tradicional como una segunda unidad, de manera que el SSD contiene el sistema operativo y los programas y el otro disco los archivos almacenados.
Una nueva tarjeta gráfica más potente
En otros casos por las características del puesto que queremos mejorar, lo que necesitamos es una mejora a nivel gráfico, con lo que en lugar de buscar un nuevo equipo podríamos cambiar a una tarjeta gráfica más potente, pero compatible con nuestro hardware.
En estos casos la inversión puede ser muy alta pero nos evitaría tener que renovar el equipo. Es cuestión de ver si nos merecerá la pena o si se puede afrontar este nivel de gasto. La gráfica antigua se puede utilizar también para mejorar otros equipos de la empresa.
Un sistema operativo optimizado
Pero otras mejoras en el rendimiento tienen que ver con la posibilidad de optimizar lo que ya tenemos. No se van a conseguir milagros, pero puede suponer una mejora muy económica sobre todo si no se ha prestado la atención adecuada en mucho tiempo.
Lo más radical sería instalar todo desde cero, pero también se pueden buscar configuraciones que favorezcan el rendimiento en lugar de determinados aspectos gráficos, algo que en muchos casos no se le presta demasiada atención.
Y programas que consuman menos recursos
Para complementar la mejora anterior podríamos comenzar a utilizar programas más ligeros. En muchas ocasiones utilizamos un programa u otro porque en su momento era el estándar. Un ejemplo sería Acrobat Reader, el lector de archivos PDF que muchas veces tarda demasiado en abrir.
Aquí un buen estudio de los programas, no sólo a nivel de recursos, sino también de compatibilidad es casi obligado para que luego no nos de problemas y hemos mejorado un aspecto, pero hemos empeorado en otros.
Como habéis visto soluciones para mejorar la productividad que logramos con nuestras herramientas tenemos muchas. Lo importante en este caso es conseguir buenos resultados, una mejor forma de trabajar que nos den el retorno de la inversión realizada lo antes posible.
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