En España de cada 100 compañías solo 13 existían hace dos décadas, según los últimos datos del Directorio Central de Empresas [Dirce] facilitados por el Instituto Nacional de Estadística [INE].
De hecho, solo 97 empresas españolas superan el siglo de existencia, según recogía hace un año la revista Capital en su reportaje Lecciones de oro de las empresas centenarias. Esta cifra contrasta con las cerca de 20.000 que se calculan en Japón, donde algunas son milenarias como la constructora de templos Kongo Gumi, activa desde el año 578, y la hotelera Nisiyama Onsen Keiunkan, del 705, consideradas las empresas más longevas del mundo.
En la actualidad se encumbra la capacidad de emprendimiento, pero quizá sería necesario plantearse si tan importante como empezar es mantenerse.
El momento crítico para la supervivencia de las organizaciones se concentra en los cinco primeros años de actividad, durante los que desaparece una de cada dos, según datos del INE (PDF). Las que mejor han resistido los efectos de la crisis son aquellas con más de 20 años de antigüedad, ya que representan sólo el 6% de los cierres.
En Europa, Alemania con 837, Holanda y Francia, ambas con 196, son los países que tienen más empresas centenarias. Según Guillermo de Haro, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, la clave de este hecho reside en que sus pymes están muy internacionalizadas, siendo empresas que han asimilado unos procesos de innovación continuada en nichos de mercado específicos creando productos en continua evolución.
Además de internacionalización e innovación hay otros factores deerminantes en la longevidad de las empresas, entre los que destaca especialmente, la capacidad para crear marca y de que esta dialogue con el mercado. Las organizaciones capaces de generar círculos de valor en torno a sus productos establecen una relación emocional con sus clientes que genera estabilidad en el tiempo.
Imagen | Cobrasoft En Pymes y Autónomos | Se emprende más, pero por necesidad