Los autónomos son superhombres. Rara vez se ponen enfermos, no se toman vacaciones y duermen menos que el resto de los mortales. Estas máximas reflejan una realidad que quien más y quien menos conoce o, incluso, ha experimentado: la de los unos trabajadores que tienen verdaderas dificultades para llevar a cabo su actividad y a los que rara vez se les escucha.
Así lo ha puesto de manifiesto el III Estudio Nacional del Autónomo, una investigación llevada a cabo por los profesores de la Universidad de Granada (UGR) Francisco Liébana Cabanillas y Francisco Muñoz Leiva, del departamento de Comercialización e Investigación de Mercados, en colaboración con Infoautónomos.
Este estudio pone de manifiesto las difíciles condiciones que tienen los autónomos en su día a día. La mitad de los trabajadores por cuenta propia trabaja, de media, 10 o más horas diariamente para sacar su negocio adelante, y casi el 40% lo hace todos los días de la semana; más de un 52% de los autónomos afirma que es difícil compaginar la vida laboral y la familiar y el 72,6% de los autónomos tiene miedo a pedirse una baja laboral.
Sin embargo, todavía quedan motivos para la esperanza. El 32,5% de los autónomos que en la actualidad ejercen en España mantienen su actividad desde hace más de 10 años, y casi un 60% del colectivo cuenta con un nivel de satisfacción medio-alto. La autonomía (el 77,8 por ciento) y la flexibilidad horaria (el 62,5 por ciento) han sido las ventajas más valoradas por los autónomos en su día a día.
Sus demandas son las de casi siempre, fundamentalmente centradas en las reformas pendientes con la Seguridad Social. Siete de cada diez trabajadores pide un cambio en las cotizaciones del RETA para acercar las bases de cotización a los ingresos reales, el 80% una ampliación de la tarifa plana y casi el 53% considera que la obligación a cotizar por cese de actividad, formación y contingencias profesionales, ha sido una mala o muy mala medida.
Esto ha hecho que más de la mitad se haya visto obligado a darse de baja porque el pago de su cuota era insostenible, y hasta un 53% de los autónomos en España no se daría de alta de nuevo si volviera atrás.
Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay