Ayer leía que el Banco de España hacía hincapié en que las empresas han de utilizar la reforma laboral para reducir los costes salariales. Desde hace aproximadamente un año el término devaluación competitiva cada vez es más habitual en el vocabulario cotidiano de los ciudadanos.
Está bien bajar los salarios, o más bien, adecuarlos a los requerimientos del mercado. Sin embargo, centrar el concepto de "reforma estructural" solamente en el mercado laboral, muestra una notable estrechez de miras. Eliminar otras barreras estructurales como las definidas por los monopolios que afectan directamente a los costes de las empresas como son los suministros sobre todo combustibles y electricidad,forman parte de reformas estructurales que en España no se contemplan. Por no hablar de la burocracia desmesurada, las barreras legislativas, etc. Por supuesto, el sistema financiero mejor ni nombrarlo.
Volviendo al tema principal, la percepción del Banco de España de como se debe aplicar la reforma laboral, me vino a la mente una frase que considero bien acertada, "un incremento de salario es solo una motivación por treinta días, después, es sólo tu salario". Estoy de acuerdo que el efecto incentivador del dinero es bien escaso, después de la emoción de los primeros días, pasa a ser algo normal y deja de ser un incentivo.
De este modo y, seguramente haya quien discrepe, es el salario emocional el que al final acaba siendo la retribución que consiga fidelizar al trabajador, atraer su compromiso e incluso, en cierto modo, lograr que sea más felíz y, de este modo, que incremente su productividad. Esto se obtiene si los administradores establecen una visión, unos valores y una cultura de la organización orientada hacia las personas y no sólo a los resultados económicos.
Estos últimos llegan si las personas están implicadas no sólo con su trabajo, si no con la empresa, es decir, se tiene que ser capaz de que cada empleado pueda percibir que su contribución es perceptible en el conjunto de la organización y tiene un valor tangible que es reconocido y apreciado.
Lamentablemente, en el momento actual las empresas parecen olvidar que trabajan con personas y para personas, asumiendo manifestaciones como las del Banco de España como acertadas obviando otros componentes que afectan a la motivación del empleado y, por tanto, a su productividad.
Imagen | scragz En Pymes y Autónomos | Recursos Humanos