Hace unos días HBR publicó un artículo con el titular "Be Prepared for What You Don't See Coming", que podría traducirse como "Estate preparado para lo que no ves venir".
En la vida en general, y en el mundo empresarial, en particular, es evidente que no siempre se está preparado para todo lo que está por venir, ya que nadie puede predecir el futuro. En los negocios las consecuencias imprevistas son bastante comunes, por lo que si bien predecirlas no es posible, por lo menos hay que intentar minimizar las consecuencias negativas.
De hecho la mayoría de los cambios de estrategias y políticas en la empresa vienen determinadas por la necesidad de adaptarse a las variaciones en el entorno.
Para mitigar los efectos negativos de las consecuencias imprevistas hay que, por un lado, planificar tanto como se pueda. Para ello es conveniente reunir a las personas a quienes el cambio les afectará y plantear el escenario que se producirá para analizar que podrá pasar. No hay que pasar por alto de que por mucho que se realice este ejercicio, la mayoría de las veces acontecerá algo que no haya sido contemplado.
Por otro lado, es conveniente comprobar como reaccionarán las partes implicadas a los cambios propuestos por lo que ir haciendo pequeñas pruebas focalizadas para poder controlar los resultados e ir modificando el plantemaiento como resulte más conveniente.
En definitiva, no consiste en intentar eliminar todas las posibilidades negativas que puedan producirse sino estar preparado para poder tratarlas cuando éstas llegue el momento.
Vía | HBR Imagen | CarbonNYC En Pymes y Autónomos | Lo rutinario no aporta valor, El valor de la anticipación