Con independencia de la fiebre institucional que parece haber sacudido últimamente nuestra instituciones, lo cierto es que uno de los principales handicaps de nuestra sociedad era su escasa apuesta por el emprendimiento, por la figura empresarial. Por ello no es de extrañar el escasos desarrollo de algunas posibilidades que ya existen desde hace años. Por ejemplo, ¿sabéis qué es una Junior Empresa?
Esta figura nace en Paris allá por los años 60, y llega a nuestro país a comienzos de los 80. Tras tener una breve edad dorada coincidiendo con los años del yuppismo, lo cierto es que no han acabado de romper, o no al menos con la fuerza que todo su potencial encierra.
En palabras de la CEJE, mla confederación que las agrupa en España veamos que es una Junior Empresa:
Asociaciones juveniles universitarias sin ánimo de lucro donde los ingresos que se obtienen por la realización de alguno de sus servicios se reinvierten en la propia Junior Empresa con diferentes fines, como mejorar su infraestructura o para la organización de cursos y seminarios que complementen la formación de sus asociados.
Es decir son asociaciones de estudiantes, creadas en el marco de una Universidad, que prestan una serie de servicios o comercializan productos, primero con la finalidad de aprender haciendo, y luego con la obtener recursos que reinvertir en su propio proceso formativo.
A mi resulta una idea extraordinaria la de unir formación y experiencia empresarial (los conocimientos se fijan ejecutándolos), impulsada por sus propios beneficiarios, acogiéndose además a una figura flexible como la de las asociaciones sin ánimo de lucro, con ventajas fiscales en el Impuesto de Sociedades y con el apoyo de personas y medios de los centros universitarios.
Sin embargo, cuando repaso la lista de federaciones regionales de Junior Empresa, y más en concreto la de las Junior Empresas integradas en las mismas, el alma se me cae a los pies. Después de tantos años son poco más de 20 las Junior Empresas dadas de alta.
Siendo consciente de que es difícil el mantenimiento de esta figura por el propio carácter transitorio de la condición de universitario a uno le parece un bagaje muy escaso. Hay muy pocas y muy concentradas en distintas carreras o grados. Es una pena que esta figura no parezca haberse consolidado y que tampoco se haya extendido a otros niveles formativos (¿alguien tiene de algo similar en la formación profesional?).
A los que lo siguen intentando, ánimo.
Más información | Guía para constituir una Junior Empresa, Unican En Pymes y Autónomos | Trabajar con la Universidad, Retención del talento: la alternativa del spin-off empresarial