Para los profesionales alquilar un despacho muchas veces es la mejor opción a la hora de encontrar un espacio de trabajo. Si se trata de una micropyme se suele apostar por un local a pie de calle, ya sea en la ciudad o en un polígono industrial, depende por lo general del tipo de actividad. Pero existen otras opciones como los centros de empresas o los networking, pero ¿qué nos ofrecen que no tengamos en nuestro propio despacho?
Para empezar hablamos de gastos comunes compartidos. En tu despacho u oficina tienes una línea de acceso a Internet, una fotocipiadora, una secretaria, luz, agua, limpieza, etc. Gastos corrientes que compartidos son más llevaderos y tenemos más o menos el mismo servicio que en un despacho, o en el caso de secretaria, recepcionista, etc. servicios que tal vez no podríamos permitirnos por nuestra cuenta.
También tenemos acceso a salas comunes de reuniones, de modo que sólo pagamos por el espacio que realmente usamos y si necesitamos más podemos acceder al mismo. Aquí nos encontramos en la misma situación que antes, mejor que tener que comprar un proyector porque tres veces al año hemos hecho una presentación, utilizamos el de la sala de reuniones.
Con respecto a la privacidad, es cierto que en un coworking podemos tener algo menos por su concepto abierto, pero igualmente muchos de ellos tienen espacios privados o par que se instalen cuatro o cinco trabajadores de una misma empresa. Si de lo que hablamos es de separar la red, a nivel informático también es fácil conseguir total independencia.
En este aspecto podemos perder algo de lo que se busca en un coworking que es la relación con otros profesionales afines, que muchas veces nos pueden ayudar a resolver un problema, colaborar en un proyecto común, etc. Además en estos centros además de los profesionales fijos hay algunos itinerantes, que nos dan muchas posibilidades a la hora de trabajar el networking más allá de eventos puntuales a los que asistimos. En esta aspecto también destacan los cursos y jornadas de formación que suelen programar estos centros.
Pero no todo son ventajas. Perdemos algo de independencia a la hora de tomar decisiones, por ejemplo si tenemos que trabajar a unas horas fuera de las habituales, una mayor ruido que en nuestro propio local, así como movimiento de trabajadores que puede afectar a nuestra concentración. Ahora si tienes que elegir dónde ubicarte como profesional, ¿cuál es tu elección?
En Pymes y Autónomos | Aclarando conceptos: Una oficina compartida no es un coworking