"Jaque Mate", es la expresión de triunfo en ajedrez. Hemos ganado, hemos llegado a la meta y hemos conseguido nuestro objetivo, matar al rey. Soy un aficionado mediocre de los tableros de 8*8, aunque no dispongo de todo el tiempo que quiero para dedicarle, me gusta seguir las estrategias de este juego. Siempre me ha gustado el ajedrez por la claridad del objetivo para ganar y el camino básico que tenemos que plantear para conseguirlo.
Los que sois aficionados y lo practicáis, sabeis que lo único que importa es matar al rey enemigo, cueste lo cueste, tengamos que sacrificar piezas o no, y el buen jugador de ajedrez se destaca por seguir bien su camino para conseguir dicho objetivo, sin desviarse de la ruta que se propone. ¿Cómo podemos utilizar todo esto en la empresa?.
En primer lugar, tenemos que definir y comunicar claramente nuestro objetivo, independiente de la proyección en el tiempo que tengamos para alcanzarlo. Supongamos que somos una consultora que nos han encargado un proyecto urgente, y requerimos que nuestro equipo nos haga unas horas extras. Cuando procedamos a la reunión con nuestros trabajadores y colaboradores para exponer la situación tenemos dos formas de plantearlo:
¿A quién le apetece ganar un dinero adicional trabajando unas horas extras?E
Error grave, no comunicamos el objetivo, con lo cual nuestros interlocutores no saben que se puede negociar y que puntos van a ser inegociables. Muchas veces, ocultamos nuestros objetivos, dando rodeos inútiles con cuestiones como la planteada, que lo único que nos llevan es a generar conflictos. Propongamos por ejemplo lo siguiente:
Os comunico que nuestro cliente fulanito nos ha encargado un estudio urgente, y tenemos que planificar entre todos quienes lo van a llevar a cabo, como vamos a repartir las horas extras y como las vamos a pagar.
Con este planteamiento estamos afirmando que hay que realizar un esfuerzo por parte de todos, que es atender a nuestro cliente y de paso comenzamos a mostrar los puntos que si podemos negociar, como flexibilidad por parte de nuestros colaboradores a llegar un acuerdo entre ellos, así como la valoración económica del esfuerzo que todos tienen que llevar a cabo.
Para plantear correctamente el diseño de la estrategía que llevamos a cabo, evaluamos cuales son los "enemigos" que tenemos en el camino. En el ejmplo planteado es la poca disponibilidad de tiempo, así como afrontar una posible negativa por parte de todos los colaboradores a realizar un esfuerzo adicional
Para salvar estos escollos, tenemos que diseñar un plan a medida de los "enemigos" que hemos identificado. Para eliminar el factor tiempo, recurrimos a las horas extras, y dado que tenemos que evitar una negativa en masa con nuestros colabradores tenemos que sacrificarnos.
Sacrificio, si, que en este caso serían los puntos que estamos dispuestos a negociar y hasta que límite. Por ejemplo, si sabemos que tenemos a la plantilla quemada, sobresaturada de trabajo y le requerimos más tiempo de trabajo, las posibilidades de negativa en masa son más que posibles. Por lo que tendremos que sacrificar parte del beneficio que obtengamos entregándolo como recompensa. Por ejemplo, retribución económica del esfuerzo mucho mayor por nuestra parte, o posibilidad de ampliar las vacaciones pactadas. Con estas premisas, nuestros colaboradores presentarán disposición a la negociación y podremos llegar a una solución satisfactoria para todos.
Si hemos seguido un diseño adecuado de nuestra estrategia, y la cumplimos el "jaque mate" lo tenemos asegurado, pero para ello se requiere claridad por nuestra parte en todos los puntos a seguir, sea para objetivos sencillos com el planteado u otros muchos más complejos.
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