¿Por qué en 2024 leemos que cerca de 70.000 abogados quieren una jubilación digna y pasarse al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)?
Hasta 1996, cualquier abogado que quería ejercer por cuenta propia, debía colegiarse y acto seguido, darse de alta en la Mutualidad de la Abogacía porque no había opción de ser autónomo.
Sin embargo, el producto que se les vendió como un plan alternativo a las pensiones públicas, ocultaba muchas diferencias entre uno y otro sistema de cara a la cuantía de la prestación. Cuando se permitió a los abogados darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos muchos se plantearon cambiar de régimen, pero, ¿qué ocurriría con todo lo cotizado hasta el momento?
Miles de abogados reclaman llevarse sus ahorros al régimen público para mejorar sus pensiones
El problema llegó en 1996, eres abogado, llevas años cotizando en una Mutua por obligación y aunque ya puedes cotizar como autónomo surge el obstáculo de no poder recuperar todas las cantidades que se habían aportado a la Mutualidad de la Abogacía.
Había entonces dos salidas: olvidarse de lo cotizado hasta ese año y perderlo todo, o seguir en un régimen privado vendía una cierta solidaridad intergeneracionales entre estos profesionales y para los cónyuges viudo de aquellos que fallecían ejerciendo la abogacía.
Una gran mayoría siguió aportando en lo que creían que era una hucha segura de cara al futuro. Al pasar el tiempo se comprobó que el fin de la Mutua no era de ni de lejos ofrecer unas pensiones dignas a estos abogados.
¿Pero por qué se dice que los abogados han pagado menos que los autónomos a la hora de cotizar?
En el año 2002, con la Ley de Ordenación del Seguro Privado, la Mutua creó una especie de plan de pensiones individual para los abogados mutualistas. Pero con el cambio de ley, las cantidades aportadas se vieron reducidas y, además, no había posibilidad de rescate o de mover ese dinero a otra entidad.
Abogados que cotizaron en la Mutualidad y en el RETA
No fue hasta 2004 cuando el Tribunal Supremo obligó a la Seguridad Social a que un abogado pudiera cotizar en ambos sistemas. ¿Mejoró entonces el panorama para estos profesionales? No, porque muchos abogados veían que con 69 años por parte de la Mutualidad cobrarían una pensión que no llega a los 300 euros y con 67 en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, no tendrían suficientes años cotizados para poder acceder al 100% de la pensión estatal.
Y llegamos a 2024 y estos trabajadores siguen en tierra de nadie. Y la única salida viable es la de trabajar hasta los 80 años para cobrar una pensión digna.
La reivindicación de los abogados mutualistas es la de poder pasar las cantidades aportadas a la Mutualidad al RETA, de modo que los años pagados en uno u otro sistema pudieran reunificarse y así los letrados obtener una jubilación digna.
Por parte de la Seguridad Social exigen la prueba de cierta vulnerabilidad económica para emplear ese dato como baremo entre los letrados, tal y como recogen en Autónomos y Emprendedores.El caso no es fácil e implicará tiempo, pero algunos abogados que ven que la jubilación está a la vuelta de la esquina sólo quieren una igualdad de condiciones para llegar al momento del retiro en unas condiciones decentes.