Una práctica habitual y lógica de las empresas en época de recesión económica es revisar el precio a todos sus proveedores ante la prioridad de ahorrar costes. Normalmente intentan recortar el precio de todos aquellos productos necesarios y tienden a eliminar de sus compras aquellos más superfluos y que habitualmente suelen comercializarse con mejores márgenes para nuestro negocio. Nos encontramos con una situación, que al margen de todas las preocupaciones, incertidumbres y problemas que genera un ciclo económico negativo, debemos afrontar e intentar que nos afecte lo menos posible. Muchas pymes trabajan en exclusiva para una sola compañía o gran parte de su facturación depende de éstas, en estos casos las grandes compañías ejercen una posición de dominio que aprovechan para ajustar sus costes.
Debemos mantener una actitud optimista y no bajar los brazos esperando a que mejore la economía. Todas aquellas empresas y vendedores que no tomen inciativas en espera de una autorregulación del mercado tendrán serios problemas para poder sacar adelante las cifras de ventas necesarias para poder salir de una crisis económica que de momento no parece haber unanimidad entre los expertos sobre la duración de la misma. Dice un refrán que a río revuelto ganancia de pescadores, pues en este caso, debemos ser pescadores.
Es el momento de volver a visitar a todos aquellos que rechazaron nuestras ofertas o eludieron recibirnos cuando los visitamos. Tienen, exactamente igual que nuestros clientes, la necesidad de ahorrar, revisar y comparar precios con el objetivo de reducir costes. Estarán más receptivos a nuestras propuestas y es el momento oportuno de abrir una puerta que siempre estuvo cerrada para nosotros.
Se trata de mantener una actitud positiva, de buscar la oportunidad de crear negocio allí donde los otros sólo ven inconvenientes, optimizar nuestros recursos y quizá, cuando la actividad económica se revitalice, hayamos salido de una época de recesión con paso firme, incrementando el número de clientes y aumentando notablemente nuestras cifras de ventas.
Los cambios en la economía abren y cierran puertas, pero en el mundo de los negocios no se puede desfallecer ante las adversidades, hay que ser optimistas e intentar aprovechar las puertas que se nos abren. Trabajo, ilusión e imaginación son las mejores recetas.
En Pymes y Autónomos | Márgenes comerciales y descuentos a clientes Imagen | flickr.com