Para una buena parte de los autónomos y pymes de este país el tema de los locales es clave. Es habitual oir quejas sobre precios, especulación, etc...y reclamar medidas intervencionistas. Por mi parte lo tengo claro, hay que mantener al Estado y a la caridad lejos del mercado de los locales comerciales.
Cuando decimos que los locales son claves ello se debe, en buena medida, dos factores íntimamente relacionados. Por un lado que los locales no son commodities, que hay una enorme diferencia entre unos y otros, que la ubicación es clave en el mundo de la distribución comercial. Y ahí viene el segundo factor, y es que eso se paga, y la renta mensual es una parte sustancial de los costes de levantar la persiana.
Es entonces cuando surgen voces clamando contra esos locales que no se alquilan, o que si lo hacen se considera que sus precios no son asumibles. Se oye entonces que se mata el espiritú emprendedor, que las autoridades debieran expropiárselos o ahogarles fiscalmente si no alquilan, que dónde está la oferta de un parque de locales públicos para emprendedores privados (así tal cual lo he oído en más de una ocasión, y en algunos barrios degradados lo he visto llevar a cabo).
Un tremendo error. Me gustaría ver que dirían esos emprendedores si fuesen ellos y sus negocios los amenazados por expropiaciones, regulaciones múltiples o saqueos fiscales. Ah no, que sellos son emprendedores y no empresarios, que ellos son inversores y no especuladores, que ellos tiene ahorros y no patrimonio. Unicamente recordarles el desastre que es el mercado del alquiler de la vivienda en España, en buena parte gracias al intervencionismo público. ¿Quieren eso para las pymes españolas?
Y respecto a los llamamientos a la solidaridad de los dueños de los locales, os recomiendo la lectura de este post de Jesús Encinar, Los negocios que mejor resisten las crisis tienen el local en propiedad. Nos ha fastidiado. Ahora bien, cabe preguntarse si la decisión de mantener esos negocios tiene una lógica empresarial y financiera o responde a a otro tipo de cuestiones. Si con ese negocio obtienen beneficios decrecientes, y muy inferiores a lo que sacarían alquilando el local, pues que queráis que os diga, que ponerlo en un altar como que no.
Y es que llega un momento en que Jesús dice:
Si yo tuviese un local alquilado a un restaurante lo tendría claro, bajaría el precio lo que fuese necesario con tal de ayudar al negocio, sin cobrar nada si fuese necesario. Mejor bajar precio a tener el local cerrado y vacío durante años esperando alquilarlo en el futuro a no se sabe quién.
Pues depende. Puedo entender que prefiera cobrar menos a alguien serio y que conozco que a una apuesta. Pero no cobrar nada no me parece serio, y menos de un modo estable. Para empezar partamos de que para Hacienda no hay nada gratis, y si lo hay se llama donación. Y por otro lado cabe pensar en qué pensarán de este apoyo esos mismos emprendedores que empiezan y se quejan del precio de los locales.
Y es que si un negocio no da dinero no es un negocio, y el capitalismo exige que las empresas inviables cierren y dejan paso a las que si lo son. De lo contrario tendremos un trombo problemático.
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