Las empresas españolas tocaron fondo en 2012 y parece que el año pasado comenzaron a remontar el vuelo. No en vano, las empresas no financieras aumentaron sus beneficios un 63,9% tras tres años consecutivos de caídas, según el último informe publicado por el Banco de España.
Sin embargo, a pesar de estos buenos resultados, las empresas siguen recurriendo a los recortes de plantilla para moderar sus costes; en concreto, el 54,1% de las compañías españolas siguieron destruyendo empleo, tanto temporal como indefinido. Es decir, los mayores beneficios empresariales no han frenado la sangría del desempleo.
En todo caso, la destrucción de empleo modera su caída, puesto que, el año pasado, el porcentaje de empresas que destruía empleo ascendía hasta el 56,5%. En total, el empleo se redujo en un 2,3% durante el pasado ejercicio, cuatro décimas por debajo de la caída que se registraba en el año 2012.
En lo que al tipo de contrato se refiere, todavía son mayoría los empleados con contratos temporales que no renuevan o son despedidos, habiéndose reducido un 8,2% con respecto al año pasado, frente al 14,4% de 2012. Aún así, el ajuste de la plantilla indefinida aumentó durante 2013, al haberse acelerado el ritmo de su destrucción hasta el 1,5%, un punto por debajo de la caída de 2012.
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