El sábado sonó mi móvil, era un repartidor. Llovía a cántaros y el viento soplaba con fuerza. Me dijo que mi pedido me lo entregarían el lunes. ¡No lo necesitaba hasta el miércoles! Año 2023.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, avanzó que se producirán cambios legislativos para prohibir el trabajo al aire libre cuando haya alerta roja o naranja, decretada por la Aemet.
Estrés térmico o trabajar bajo el sol abrasador de toda la vida
Mi padre era encofrador y lo de trabajar de sol a sol fue literal. Cambiemos el concepto y vamos a llamarlo 'estrés térmico'. Nuestro compañero Carlos Roberto, ya informó hace dos años sobre las penurias de trabajar tanto en el exterior como en el interior con temperaturas elevadas.
Por muy agobiante que resulte trabajar en una oficina con calor, nunca se podrá equiparar a trabajos como la agricultura, construcción y todo aquel que se realice en la calle.
El año pasado, en el diario Público se hacían eco de tres fallecimientos debidos a un golpe de calor mientras estas personas trabajaban.
A partir de los 40 grados y los 44 grados los negocios deberán velar por la salud de sus trabajadores
A partir de estos umbrales, los negocios tendrían que paralizar su actividad o cambiar los horarios de trabajo para cumplir con la nueva legislación.
Dependiendo del sector, a unos les parece más fácil adaptarse a esta situación, para empezar, por lógica en hostelería nadie quiere estar en la calle en una terraza 'refrescándose' con una bebida mientras el sol le fríe.
Sin embargo, los medios de transporte, las obras de construcción, los buques de pesca o los trabajos agrícolas y forestales, lo tendrán más complicado para cumplir con la nueva normativa.
Nos referimos a empresas pequeñas donde un autónomo esté al frente y quizás cerrar conlleve grandes pérdidas. Obviamente lo importante es la salud, pero aunque todavía no se especifique qué sectores deberán cumplir la ley, lo cierto es que el sentido común es el que debería primar.