Siguiendo con el anterior post dedicado al absentismo, me parece interesante difundir una noticia que hace unos días aparecía publicada en el diario La Vanguardia, al dar a conocer datos de un trabajo realizado por la Fundación de Ayuda para la Drogadicción (FAD).
El citado estudio relaciona el alcohol y el absentismo, concluyendo que el 3,1% de las ausencias se producen por este motivo.
Además, según el Institut Català d´Avaluacions Mèdiques (ICAM), el 31% de las bajas laborales se produce los lunes, y son los jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 24 años con mayor incidencia de bajas, cuando obviamente por sus condiciones de salud no deberían tener más achaques que los trabajadores con más de 50 años de edad.
A buen entendedor pocas palabras bastan, y al parecer la opción lógica es concluir que las juergas del fin de semana repercuten negativamente en las empresas, que ven como alguno de sus empleados estiran el fin de semana a tres días.
Los que estéis al tanto de la información socioeconómica, habréis observado que durante estas últimas semanas han proliferado este tipo de noticias en todos los medios de comunicación, bien difundidas desde las patronales, en el sentido anterior, o bien desde los diversos sindicatos, señalando que las tasas de absentismo provienen en gran medida por la mala organización de la empresa o por la nula aplicación de la ley de prevención de riesgos laborales.
Bueno, argumentos a favor o en contra, podremos encontrar en ambos bandos, pero lo que sí es cierto es que hay una serie de costes que redundan en el empresario, en el trabajador, en la sanidad pública, y en la sociedad en general.
Y si todo esto lo trasladamos a una pyme o un autónomo, estamos hablando de situaciones que pueden poner en peligro la viabilidad de la empresa y también su sustento de vida.
Por todo ello, sería conveniente que ambas partes se sentaran en una mesa, dejaran de tirarse trastos a la cabeza y tomaran las medidas adecuadas, para lograr la disminución del absentismo, mejorar la productividad y la eficacia de nuestra economía, a parte de aliviar nuestro sistema de seguridad social, porque cualquier día nos va a dar un susto.
Vía | La Vanguardia Imagen | Wax115