Dentro del debate de investidura además de reproches y juego político entre los diferentes grupos, se dejan ver algunas propuestas. Una que afecta especialmente a la empresa es la promesa de que el salario mínimo subirá hasta los 1.000 euros si hay Gobierno, algo que está todavía por ver.
De esta forma se situaría en el 60% del salario medio en España, tal y como recomienda la Carta Social Europea. Esta medida afectaría sobre todo a los trabajadores pobres. Aquellos que aún trabajando su salario es tan bajo que no les llega a final de mes. Y a las empresas que los contratan que tendrían que asumir un mayor coste laboral.
De todas formas no será como la última subida del SMI, que ha tenido un fuerte impacto en las cuentas de resultados de muchas organizaciones. La subida hasta los 1.000 euros será progresiva y a lo largo de los cuatro años de legislatura. Además se ha prometido acordar dicha medida con los agentes sociales.
Esta subida va a suponer unos 30 euros más al mes para cada empleado que cobre el salario mínimo, pero que no suponga un lastre para la competitividad de las organizaciones. La realidad es que durante la crisis económica los costes salariales descendieron, igual que los beneficios, pero con la recuperación no ha llegado a ambas partes en igual medida.
Otros temas que están pendientes y que también tendrán que ser negociados son la cotización de los autónomos según sus ingresos reales y la revisión de la tarifa plana. Habrá que ver como se moldean todas estas medidas e intenciones, teniendo en cuenta que necesitan el apoyo de más grupos políticos que también tendrán algo que decir al respecto.
Imagen | La Moncloa