La jornada laboral de 4 días consiste en pasar de 40 horas de trabajo semanal a 36 horas. En teoría esta reducción horaria, no debería afectar a los beneficios salariales de los profesionales de la empresa.
Para implantar este nuevo modelo se han fijado algunas ayudas en el país, destinado a empresas que buscan implementar este modelo. El proyecto está impulsado por Más País y podría beneficiar a unas 160 empresas con más de 3.000 trabajadores. En la otra cara de la moneda encontramos una alternativa, la semana laboral de 7 días.
La semana laboral de 7 días, un modelo innovador y flexible
La semana laboral de 7 días apuesta por realizar las 40 horas a lo largo de los días que cada empleado quiera. Es decir, se trata de dar un voto de confianza al trabajador.
Las empresas deberán facilitar el trabajo en equipo para fijar las franjas de disponibilidad de los miembros, para sacara adelante los proyectos vía presencial o en remoto.
El resto del tiempo es flexible y depende totalmente del empleado, quien es el responsable de autogestionar su tiempo de trabajo.
En sectores como en el tecnológico y de servicios, este modelo laboral se expande como una vía para conciliar la profesión y la vida personal de una manera flexible y particular, siempre que se cuente con programas digitales para la gestión del tiempo y la gestión de los proyectos provistos de métricas del desempeño.
En Reino Unido, varias empresas trabajan ya con este modelo y la aceptación tanto entre empleados como entre los gerentes, es positiva. La explicación está en los beneficios que ofrece en temas de flexibilidad.
¿Pero esta opción vendría de la mano de descansar menos? ¿Desaparecerían los días libres? Sin duda, las preguntas y dudas son muchas. Vamos a analizar las ventajas y desventajas de esta propuesta.
Ventajas de aplicar la semana laboral de 7 días en tu empresa
La jornada laboral de siete días lo que hace es flexibilizar el tiempo de trabajo, distribuirlo de otra manera respecto a la que está establecida actualmente. Como ventajas implica:
- Más libertad al trabajador para que realice sus tareas cuando quiera, siempre que a la empresa le parezca bien y esté acordado de manera mutua.
- La empresa no deberá contratar a más personal.
- Los contratos serían más firmes y beneficiosos para ambas partes.
- Mejoran la productividad del trabajador y por ende, de la empresa.
- Mejora de la conciliación.
Desventajas de la semana laboral de 7 días
Como todo en la vida, la semana laboral de 7 días también tiene algunos contras que la empresa y el trabajador deben tener en cuenta:
- Mayor carga de trabajo para algunos perfiles en menos días de trabajo podría conllevar alargar la jornada laboral.
- En algunos sectores como el de la hostelería resulta imposible apostar por este modelo.
- Dificultad por parte de las empresas para gestionar el reparto de tareas.
- Resistencia al cambio si lo que se busca es la presencia del empleado aunque no produzca durante su jornada laboral.
Trabajar y repartir tus 40 horas como desees es una opción que permitiría no sólo rebajar el estrés del día a día, sino una mejora de la vida personal que al fin y al cabo, repercute al 100% en el resultado de nuestra productividad en la empresa.