Es la pregunta que me ha hecho un amigo esta mañana. Y la respuesta es nada, aunque esto él no lo sabía. No obstante, hay que tener en cuenta ciertas consideraciones que pueden ocurrir si alguno somos de los pocos afortunados que disfruten algún premio el día 22.
Las loterías que organiza ONLAE están exentas de tributar en el IRPF, pero no en el impuesto de patrimonio. Estos ingresos si tributan por este concepto, y tambíén puede darse el caso, que alguien que normalmente no realiza este impuesto, al tocarle algún premio muy sustancioso si tenga que hacerlo.
El caso más llamativo, nos puede ocurrir con la lotería compartida que todos solemos jugar con los compañeros de trabajo, vecinos, amigos... Si tenemos la suerte que toca algún premio importante en un décimo que juegan tres o cuatro personas, cada uno debe cobrar la parte proporcional que juegue, porque Hacienda puede considerar que se trata de una donación, en el caso que lo cobre uno solo, y luego le entregue el dinero al resto.
Esta misma tesis, hay que adoptar cuando a quién le toca la lotería tiene intención de "regalar" parte del dinero entre sus familiares o amigos. Es siempre preferible cobrar el décimo en parte proporcional al importe a repartir antes que se pueda considerar una donación.
Donde sí vienen las sorpresas es en el caso del impuesto de sociedades. Conozco un caso muy curioso de una empresa, que tuvo la gran idea de repartir participaciones entre sus clientes, proveedores y trabajadores como regalo por estas fiestas. Tuvieron la "irresponsabilidad" de sellar con el sello de la empresa, por la parte posterior 5 décimos, que los jugaba ella misma. Fueron agraciados con unos 45.000 € en dichos décimos. Al cobrarlos, los cobraron por cuentas de la empresa, y cual fue su sorpresa que tuvieron que tributar por el premio al 35% en el impuesto de sociedades, calificando el premio como "Ingresos Extraordinarios". Increible pero cierto.
Mucha suerte para todos los que juguéis en el próximo sorteo, ojalá tengamos estos "problemas fiscales" y no olvidéis que las empresas "no juegan a la lotería".