El síndrome del burnout, también conocido como síndrome del trabajador quemado, es el resultante de un estrés crónico del trabajo que no ha sido gestionado con éxito. Ha adquirido tanta importancia en los últimos años que incluso fue reconocido en 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como enfermedad.
Popularizado en 1974 por Herbert Freudenberg, se trata de un estado de agotamiento físico, mental y emocional cuyo síntoma principal es la ansiedad, ya que se manifiesta de esta manera en hasta un 80 por ciento de los casos, según datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, siendo los empleados que han elegido su profesión por vocación y los que trabajan de cara al público suelen ser quienes más lo padecen.
El teletrabajo ha aumentado el síndrome del burnout entre los trabajadores, sobre todo por la falta de horarios, la soledad y el estrés que en algunas ocasiones supone tener la oficina en un despacho del hogar. Y todo ello durante un periodo extenso de tiempo que aumenta esta sensación de sobrecarga.
Evitar la sensación de 'burnout'
Para evitar el síndrome de burnout y sus efectos negativos en la productividad, la empresa ha de instaurar mecanismos de escucha que permitan reconocer y evaluar las situaciones que provocan estrés entre sus profesionales, especialmente en un entorno de trabajo nuevo como es el teletrabajo.
Una vez identificadas, se ha de establecer una estrategia para mejorar la organización interna y, también, proporcionar las herramientas adecuadas para que sus empleados desarrollen su trabajo sin sensación de sobrecarga.