Cuando Einstein enunció su famosa teoría de la relatividad en su expresión simplificada no sabía que se iba a traducir ochenta y pico años más tarde en lo siguiente:
(E)mpresa = (m)ás horas currando * (c)risis (al cuadrado)
Según parece ser, una tónica peligrosa que se está generalizando en las empresas, es comenzar a echar más horas que un reloj, con motivo de aumentar la productividad, cubriendo bajas laborales de trabajadores que han pasado a engrosar las listas de Inem. Esta peligrosa tarea sólo consigue que los empleados que sigan en la empresa comiencen a desmotivarse, y los efectos sean todo lo contrario; "cuantas más horas trabajamos, menos productivos somos".
Además, existe un determinado tipo de empresas, que al aumentar las franjas de sus horarios laborales, les hace incrementar sus costes en energía, suministros... y al fin y al cabo no consiguen mejorar resultados, puesto que la productividad de los trabajadores, tal y como hemos enunciado la tiramos por los suellos de esta forma.
No obstante, recordemos también, que en la soledad del autónomo, y pongamos por ejemplo "al taxista de Revilla", que le comentó al presidente que la forma de salir de la crisis era aumentando su jornada laboral, no le queda más remedio que dilatar el horario hasta que cubra los objetivos de ventas, como puede ser un taxista cualquiera.
Y por si fuera poco, en más de una empresa, los propios trabajadores están pidiendo aumentos de jornada, horas extras y fuentes alternativas para obtener ingresos, con lo que aumentar una jornada laboral, puede ser cuestión de consenso y beneficios económicos para ambos, dígase empresas que lo necesiten y trabajadores que así lo quieran.
En Pymes y Autónomos | Trabajar 65 horas a la semana
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