Desde hace unos años, ha aparecido un nuevo nicho de mercado basado en el cuidado y belleza personal. Dentro de estos servicios hay un sector muy especializado en las camas bronceadoras mediante lámparas de rayos ultravioleta.
Una serie de franquicias utiliza este nicho de mercado como fuente única y exclusiva de ingresos, mediante la especialización en los tratamientos de bronceado artificial a partir de los rayos UVA.
Desde sus comienzos, estos sistemas de bronceado han estado en entredicho por parte de médicos, dermatólogos y organizaciones de consumidores. Ahora, el siguiente en sumarse a sus detractores ha sido la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, organismo dependiente de la OMS.
Este ente ha clasificado las camas bronceadoras de rayos ultravioleta en la primera categoría de riesgo de cáncer, el grupo 1 de carcinogénicos para humanos. Imagino que muchos usuarios de este tipo de servicios de bronceado, comenzarán a replantearse las exposiciones a rayos UVA que llevan a cabo y algunas franquicias especializadas en el sector y centros de belleza, van a tener que redirigir su negocio.
Redirigir este servicio tan específico, es complicado a priori, dado que no existen sistema de bronceado artificial que sea viable por ahora. El impacto poblacional es importante, dado que más del 20% de la población recurre a sistemas de rayos UVA para conseguir un bronceado artificial.
Habrá que observar tanto la legislación comunitaria al respecto de estos sistemas como el impacto que tiene dentro de los usuarios la clasificación de elemento cancerígeno, pero si yo tuviera una franquicia cuya fuente de ingresos dependiera única y exclusivamente de las camas de bronceado, comenzaría a replantearme el futuro.
Vía | El Pais
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Imagen | cassuccino
En Arrebatadora | Rayos UVA