Probablemente las grandes, medianas o incluso pequeñas empresas que venden habitualmente mercancías al extranjero o que prestan servicios en mercados internacionales no tienen problemas con cobrar en otras divisas pues ya se cubren con mecanismos para garantizarse ante fluctuaciones de las mismas, pero no en todos los casos es así.
Existen casos de autónomos que aun y prestando sus servicios igual residiendo en España prestan sus servicios de forma telemática y tienen un alto número de clientes que les pagan en otras monedas, y si bien esto puede ser una ventaja en caso de que el cambio de divisa nos vaya siendo favorable, también nos puede suponer un auténtico quebradero de cabeza en caso de que la tendencia cambie de lado.
Al respecto, obviamente lo más aconsejable sería dotarse de estos seguros de cambio y demás alternativas que comentaba eran útiles a las empresas, pero en muchos casos eso puede no ser rentable o posible para un autónomo y entonces encontrarse con un verdadero problema.
Yo aconsejo varias alternativas, desde abrir una cuenta bancaria en el país donde tengamos clientes en otras divisas (con el impacto en costes y en fiscalidad que ello supone, pues no es una opción barata), pues ello además de beneficiarnos en la divisa también nos beneficiará en una reducción de costes en comisiones bancarias, si nos pagan vía transferencia y asumimos nosotros las mismas, hasta abrir una cuenta multidivisa en nuestro mismo banco e ir cambiando divisas a medida que el tipo de cambio nos beneficia. Luego existen otras opciones de calibre similar como pueden ser las entidades de dinero electrónico o afines.
En Pymes y autónomos | La ruleta de los cobros en distintas divisas Imagen | estebandesousa