A comienzos de este mes Remo nos recomendaba nos recomendaba prestarle atención a nuestra cartera de seguros. Su mensaje era claro: ser conscientes de la cantidad de seguros que tenemos contratados y plantear una negociación global por ellos, a través de un agente o corredor profesional. El volumen global de primas nos debería facilitar un ahorro en los costes de contratación. Nada que objetar, aunque entiendo que hay determinados tipos de seguros que conviene tenerlos con especialistas en la materia.
Siguiendo esa linea ahorrativa, me gustaría recordaros otras prácticas de sentido común. Y entre ellas, obviamente, no va estar el dar de baja los seguros y quedarnos sin cobertura, ya que mi experiencia personal es que, en España, las Pymes suelen estar escasamente aseguradas, y ni siquiera se provisiona correctamente a nivel interno, viviendo al día. Se consideran estas partidas como gastos sin retorno y no como costes asociados a una inversión. Veamos entonces como podemos mejorar esa inversión:
En ¿Seguro? nos recuerdan que la actividad de muchas Pymes y Autónomos se ha reducido en buena medida (hablamos de porcentajes de un 30, de un 40%). Nos recomiendan actualizar los datos de nuestras pólizas de Seguros de Responsabilidad Civil, ya que la prima depende en buena medida de esa variable, y si por dejadez no lo hacemos, no obtendremos ninguna ventaja y si un mayor coste.
En cuanto a los seguros vinculados a activos inmobiliarios conviene revisar si están correctamente contratados. Y no, no me estoy refiriendo (por el momento) a ajustarlos debido a la deflación que sufre ese mercado (que todo llegará). Aquí me limito a recordaros que cuando aseguramos una casa, un piso, una oficina, una nave, el valor a asegurar como continente no es el valor del inmueble, tal y como lo percibimos, si no el correspondiente a su edificación, el llamado valor del vuelo dejando de lado el valor del suelo. Y digo esto, ya que es muy habitual encontrarse con que si un bien se ha valorado en 300.000 mil euros se contrata un seguro por 300.000, y en ningún caso eso implicará una mayor indemnización en el futuro. Es un caso claro de sobreseguro.
Recomiendo vigilar los solapamientos en las pólizas. Estoy pensando en que si nuestra oficina forma parte de una Comunidad de Propietarios Horizontal, conviene evitar que nuestra póliza individual cubra contingencias ya previstas en el seguro comunitario (un caso habitual suele ser el de Responsabilidad Civil). Se que a veces es dificl ajustarlas, pero merece la pena darle una vuelta.
Uno es un firme convencido de que, especialmente en aquellas empresas muy vinculadas a nuestras personas, y evidentemente en el caso de autónomos, debemos tener seguros de vida que como mínimo cubran los préstamos y créditos que tenemos y que no se corresponden con anticipos de facturación. El riesgo puro que llaman los Bancos para diferenciarlo del papel comercial y similares. es más, creo que si tenemos personas dependientes de nosotros, merece la pena que nos cubran bastante más, para compensar a nuestra familias. Pero si diferenciamos ambas esferas, en aquellos seguros de vida relacionados con dichas financiaciones deberíamos ajustarlos a la baja en cada renovación, en función del saldo pendiente. Eso es evidente en los seguros de vida ordinarios y renovables, pero también en los seguros de amortización. Estos seguros calculan sus primas teniendo en cuenta la amortización teórica del préstamo, pero no contemplan supuestos de fuertes amortizaciones anticipadas, y deberemos exigir su corrección si estas son elevadas.
Imagen|andrew steinmetz