Existen muchas aplicaciones para evitar la distracción, pero ¿cómo lograr encontrar la motivación para trabajar desde casa? Sobre todo, si no es el trabajo de tus sueños. El hombre es un ser social, y poder evadirse en una pequeña conversación o compartiendo una broma puede hacer más llevadera la jornada laboral.
¿Pero y si tu lugar de trabajo es el mismo donde convives con tu familia y pasas muchas horas frente al ordenador solo? No es fácil sentarse cada día en la misma silla en una estancia de tu hogar y desconectar para trabajar. ¿Existe alguna forma de motivarnos? Cada una tendrá la suya pero aquí os mostramos algunas opciones.
El sueldo no es una maravilla, pero lo necesito
Parece que ahora existen dos tipos de personas, los que viven en un universo paralelo lleno de unicornios y de sonrisas dibujadas incluso en días pésimos. No, algunos trabajos son lamentables y por mucho que pongas de tu parte, es difícil encontrar algo positivo.
Por lo tanto, seamos prácticos en una época en la que precariedad en el mercado laboral parece que ha llegado para quedarse: piensa en el dinero, poco o mucho, algo ayudará para pagar esa factura. Suena lamentable pero es realista.
Invierte tu escaso tiempo libre en proyectos que te gusten
Una manera de escapar de una rutina que te aísla del mundo en tu casa, es pensar en proyectos personales y llevarlos a cabo: un libro, participar en un maratón, cuidar de un huerto, no importa lo que sea, grande o pequeño, será una válvula además de escape, un motivo para que tu creatividad permanezca intacta.
No hay nada más frustrante que pensar que tenemos talento para desarrollar otros trabajos y nos vemos atrapados en uno que no nos gusta, no está bien remunerado ni valorado por nadie. Si no te aprecian, hazlo tú.
Hazte visible para ese jefe que no sabe si eres real o un avatar
¿Sólo ves a tu jefe por la red? ¿Le hacen entrevistas y está muy bien considerado? Eso es fantástico, pero quizás ha olvidado que detrás de su éxito existen personas invisibles que desde sus casas hacen que su proyecto profesional crezca y se mantenga con los años.
De vez en cuando, salúdalo por la red si ésa es tu única opción. Que sepa que eres uno de sus trabajadores y que existes, no sólo eres un nombre y una foto en Twitter o Linkedin. Quizás no salga bien y no recibas respuesta o, tal vez, se percate de que los freelances son muy valiosos, más de lo que imagina.
Imagen de Avi Chomotovski en Pixabay