La mitad de las pensiones de jubilación de autónomos no pasa de los 500 euros. Volviendo a la noticia que publicamos sobre la prolongada vida laboral de los autónomos, comentábamos que podían existir diversos motivos para este hecho, pero apuntábamos que uno podría ser la precaria situación financiera de muchos autónomos al llegar su edad de jubilación y desgraciadamente parece que en muchos casos es así.
La elección de cotizar por la base mínima conlleva una prestación por jubilación que en muchos casos puede ser insuficiente. Esta decisión puede tomarse por la idea de obtener más ganacias hoy, sin pensar en las necesidades de mañana. Actualmente, el mínimo está en 238,7 euros que equivalen a unos 800 euros de ingresos.
Para quienes piensen cotizar lo mínimo y luego cuando se acerquen los 65 años, aumentar la cotización (la jubilación se calcula con la cotización de los últimos 15 años) recordarles que pasados los 50 años, el máximo sobre el que podemos calcular la cotización (base máxima de cotización) es de 1.560,9 euros de ingresos, salvo que en los 5 años anteriores se hubiera estado cotizando a un nivel mayor. Esto nos indica que el límite para esperar a subirnos la cotización no puede pasar los 45 años.
Aunque puede ser muy beneficioso este tipo de tributación voluntaria en los inicios de un proyecto empresarial, ya sea por obtener una amortización de la inversión inicial cuanto antes o por aumentar las reservas para asegurarte la continuidad del negocio, lo ideal es solicitar una tributación acorde a tus ingresos reales. No sólo por la jubilación, sino por los imprevistos, ya sea por enfermedad (esta tributación también determina tu baja) como por desgracias mayores, en el caso de querer esperar a llegar a los 45 años para empezar a cotizar al máximo de nuestros ingresos.
Recordad que Hacienda somos todos.