El proceso de elaboración de un plan de empresa es lo suficientemente amplio que es conveniente utilizar determinadas herramientas que no ayuden a la hora de trabajar. Una de estas herramientas es el modelo Canvas, creado por Alexander Orterwalder, que es una representación gráfica de todos los elementos que deben tenerse en cuenta en un modelo de negocio.
Hay que destacar que el Canvas es una herramienta y no debemos de darle una mayor categoría que esa. Es muy completa y nos obliga a considerar la gran mayoría de los componentes que debe contener nuestro negocio pero no es la única ni el resultado obtenido es irrefutable, recordemos que nuestro plan ha de elaborarse en un entorno teórico-práctico y debe validarse en la realidad.
El modelo Canvas identifica claramente y nos hace trabajar en los aspectos internos del negocio, los aspectos relativos a nuestro mercado y la parte financiera. Cada una de esas nueve partes que componen el modelo obligan a quien lo desarrolla a reflexionar, analizar esos aspectos y definirlos para su negocio, contestando a cada una de las preguntas diseñadas para ello.
La parte que compete a la estructura interna incluye la definición del equipo y lo que aporta cada uno de sus componentes (y si hay alguna de las parcelas que queda sin cubrir), la definición de las actividades clave que deben realizarse y los recursos necesarios para ello y la definición de los productos y sus características.
En cuanto a la parte del mercado, el modelo obliga a considerar cuál va a ser el mercado objetivo y cómo se pretende llegar a él. Eso implica una definición de los distintos segmentos de clientes, de cómo va a ser la relación con éstos y de cuáles van a ser los canales de distribución que se van a utilizar.
Por último, en el apartado financiero debemos pararnos a estudiar la estructura de costos y las distintas fuentes de ingresos que contemplamos en ese negocio.
El modelo Canvas nos ayuda a crear el esqueleto de nuestro plan de empresa, pero no es suficiente con ésto. El marketing y la estrategia comercial y la planificación financiera merecen un trabajo mucho más exhaustivo de lo que este modelo implica. Por ello el Canvas nos sirve de ayuda para muchas cosas pero el trabajo no termina ahí.
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