En los tiempos difíciles, la innovación sigue siendo una de las principales damnificadas. El grueso de las empresas españolas sigue posponiendo la inclusión en su estrategia, con el fin de ganar en competitividad. Así, sólo una cuarta parte de los máximos responsables de las empresas califican de adecuado o ejemplar el nivel de innovación de su compañía.
Es un concepto que, al igual que el de emprendedor, se está convirtiendo en manido por la repetición sistemática en discursos, debates y mensajes. La innovación, el I+D+i están en boca de cualquier directivo que se precie, a pesar de que su puesta en práctica es más que discutible, tal y como revela la encuesta Innov@ción 2012 de PeopleMatters y Ars et Inventio.
Las cifras hablan por sí solas: sólo una cuarta parte de esos directivos confiesan que el nivel de innovación es el correcto, mientras que ocho de cada diez consultados admite que su estrategia en este sentido está en proceso o en desarrollo, pero aún no se ha puesto en práctica. Pero lo más curioso es que, pese a esta realidad, muchos de ellos creen en la utilidad de su inclusión en el día a día de la compañía. Así, casi la mitad lo coloca como un factor estratégico para mejorar la competitividad, por encima de otras posibles medidas como la reducción de costes.
Pero, ¿cuáles son las razones para que siga estando en un segundo plano? La crisis ha hecho que el corto plazo gane ampliamente la batalla al largo plazo. Por eso, esa visión del día a día es la que está desplazando la innovación, según admite casi la mitad de esos directivos.
Como decíamos al principio, la innovación ha llegado a ser ese comodín para completar el discurso, para adornar las palabras de una empresa. Un comodín que sigue sin estar presente de verdad en la estrategia global de muchas de las compañías. Pues, como dice el refranero español, del dicho al hecho hay un trecho.
Vía | Expansión Más información | Encuesta Innov@ción 2012 En Pymes y Autónomos | La responsabilidad de las pymes en la innovación, La innovación también es tener la capacidad de relacionar 'mejoras' de otros negocios con nuestra actividad, De la necesidad surge la innovación: el caso de la espuma refrigerante, A más crisis menos innovación Imagen | Quisur