Las cuotas de autónomos experimentarán cambios significativos en 2025, siguiendo con el plan de actualizar los tramos del sistema de cotización por ingresos reales. El nuevo plan, que comenzó a aplicarse en 2023 y se regula por el Real Decreto-ley 13/2022, de 26 de julio, se irá modificando progresivamente hasta 2032.
Este año, una vez más, los autónomos que superen los rendimientos netos de 1.700 euros/mes (20.400 euros al año) volverán a ver incrementadas sus cuotas, con una carga económica mayor en las cotizaciones de los tramos medios y bajos, donde las cuotas suponen una presión importante.
La presión en las cuotas, desigual
A partir de 2025, la reducción de las cuotas para los autónomos con menos ingresos se seguirá manteniendo porcentualmente elevada, mientras que aquellos con ingresos superiores empezarán a notar los aumentos progresivos.
Las cuotas mensuales oscilarán, por ahora, entre los 200 y los 590 euros, dependiendo del tramo de ingresos.
- Reducción para los tramos bajos. Los autónomos que ganen entre menos de 670 euros y 1.700 euros tendrán una cuota más baja, con un ahorro anual de entre 80 y 428 euros.
- Incremento para tramos altos. Los autónomos que superen los 1.700 euros verán incrementos anuales en sus cuotas de entre 272 y 970 euros al año.
Sin embargo, numerosas voces han señalado desde el planteamiento de las medidas, y su posterior aprobación, que mantener un peso tan alto en las cotizaciones sociales de trabajadores que apenas facturan medio salario mínimo. Lo que está claro es que dos tercios de los trabajadores por cuenta propia, ya pagan más y no son pocas las voces que proclaman que estas medidas no han buscado la equidad.
Para muestra, un trabajador con rendimientos netos de 70.000 euros pagará, en 2025, 7.080 euros de cuotas (alrededor de un 10,1 %) mientras que un autónomo que no alcance el salario mínimo (por ejemplo, un tramo 3) y que esté empezando un negocio cobrando unos 1.100 euros netos al mes, lo que corresponde a 13.200 euros en 12 pagas, deberá pagar 3.120 euros de sus ingresos en cuotas (más de un 23 %).
Así, durante los próximos años, el peso de las cotizaciones sigue recayendo en los autónomos con menos ingresos, que siguen siendo un altísimo porcentaje del total: 2 de cada 3 siguen sin alcanzar el SMI en España.
El sistema de cotización por ingresos reales
Para comprender, a fondo, el sistema de cotización por ingresos reales debe tenerse en cuenta que se trata de un modelo progresivo de cuotas que se implementará en varias fases hasta 2032.
Desde 2023, los autónomos se clasifican en 15 tramos según sus ingresos netos previstos y la cuota de cada autónomo se calcula aplicando un tipo de cotización del 31,4 % a la base de cotización elegida (entre la mínima y la máxima) dentro de su tramo.
Así, el sistema irá reduciendo las cuotas en los tramos más bajos y aumentándolas en aquellos más altos: para 2025, nos encontramos con un mínimo de 200 euros en la cuota mínima y 590 euros para la máxima.
Todo ello, además, tiene en cuenta el incremento del 0,8 % de la base de cotización internanual (0,7 %, en 2024), conocido como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que tiene como objetivo garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones con mayores cotizaciones para trabajadores autónomos y asalariados.
Regularización de cuotas
Junto a la evolución de las cotizaciones, también se aplicará una regularización de las cuotas a final de cada año, en la que los autónomos deberán regularizar sus cotizaciones según los ingresos reales declarados en la Renta.
Así, el estado realizará devoluciones a partir de abril del ejercicio siguiente o exigirá pagos adicionales, dejando de margen el mes posterior a la notificación. Por descontado, existe un tercer escenario, en el cual no se ajustarán cotizaciones, siempre que hayan sido correctas.
Para ello, el sistema permite un cambio de tramo hasta seis veces al año para ajustar las bases de cotización a la evolución de los ingresos. Una medida que puede ser interesante si tenemos cambios notables dependiendo del trimestre del año, pero que también podremos actualizar al final de cada ejercicio fiscal.
El sistema de cotización por ingresos reales sigue en proceso de consolidación y plantea retos para los autónomos, especialmente para aquellos con ingresos inferiores a la media. Este modelo busca mayor equidad, pero no todo el mundo cree que lo haga en los tiempos adecuados para una amplia mayoría de trabajadores por cuenta propia, así como obliga a una mayor planificación financiera e implica más burocracia.
Todo indica que, en los próximos meses (con la puesta en funcionamiento de las regularizaciones y los nuevos tramos), empezaremos a ver su impacto real.