La Agencia Tributaria ha puesto en marcha la segunda fase del borrador del IVA que facilitará a los contribuyentes más información ya cumplimentada para que la realización del impuesto será mucho más sencillo. Y se ofrecerá a muchos más contribuyentes ya que su vocación es dar servicio a todos los declarantes de dicho impuesto.
Las mejoras en el Pre303, que así se conoce el modelo, afectarán sobre todo a pymes y autónomos, como parte fundamental de los 3,5 millones de declarantes de IVA. Las mejoras llegarán en abril, con el periodo de liquidación del primer trimestre. Para las empresas dentro del SII, llegarán en la declaración mensual que se presenta ya en febrero correspondiente al mes anterior.
Aparecerán campos como los epígrafes de IAE, los regímenes especiales, los datos de prorratas, etc, pero únicamente aquellos que tengan trascendencia y los que afecten al contribuyente. De esta manera se ofrece de un vistazo dichos datos para detectar datos obsoletos o incorrectos y proceder a su corrección.
Se trata de un paso más en el control tributario, donde es una ayuda para el contribuyente, pero también una forma de que sea consciente de los datos que la Agencia Tributaria maneja de nosotros. La parte positiva es que nos puede ayudar a cometer menos errores, ya que solo tendríamos que verificar datos identificativos y censales.
En todo caso para muchos será prácticamente inútil, puesto que muchos autónomos y pymes recurren a asesorías y despachos profesionales que les llevan sus impuestos, por lo que al final el impacto de la medida es mucho más reducido de lo que puede parecer. Afectará sobre todo a aquellos que lo hacen ellos mismos, para los que si puede ser de ayuda.
Teniendo en cuenta la reforma tributaria que está por venir cuando acabe la crisis sanitaria y las necesidades de financiación del estado, lo cierto es que el control sobre las empresas será mayor en la próxima década. Habrá que ver si realmente consiguen hacerlo de forma efectiva o mantienen agujeros como los módulos.