La exportación se está convirtiendo en esta crisis económica en el motor que tienen muchas empresas, y por extensión nuestra economía, para mantener e incluso mejorar sus resultados. Pero cuando hablamos de ello, no solamente nos referimos a vender bienes y servicios en el extranjero, sino que también hay que referirse a la 'exportación' de modelos de negocio.
Una de las referencias en esta segunda clasificación es el caso de la cadena 100 montaditos, que tras haber alcanzado una etapa de madurez en el mercado español, ha decidido emprender nuevas aventuras en el extranjero, en concreto en Estados Unidos, dónde ya es una de las cadenas de restauración más prometedoras.
Para realizar una apuesta de este tipo podemos plantear dos escenarios, uno en el que no modificamos ni en un ápice nuestro negocio, y otro, en el que lo adaptamos a las peculiaridades socioeconómicas, culturales e incluso religiosas de los países dónde nos establecemos.
Dicho esto, hay que tener muy presente que no es una condición necesaria el adaptar nuestro negocio a las nuevas condiciones para triunfar en el extranjero, porque hay casos en los que el modelo original suele ser efectivo. Aunque en mi opinión es lo más recomendable, ya que las características de los mercados y de los clientes no son homogéneas y requieren un esfuerzo para las empresas en términos de flexibilidad y capacidad de adaptación.
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