Érase una vez una empresa, que se dedicaba a la venta de motos, pero tenía dos privilegios fundamentales, era la única autorizada a vender motos en un país en el que era obligatorio tener moto y renovarla cada cierto tiempo, se usase o no.
La empresa era muy próspera y todo el mundo quería trabajar para ella, aunque fuese como proveedor, a continuación veremos como era esa empresa, porque si privilegiada era su situación de monopolio, no lo era menos la situación de los que en ella trabajaban.
La jerarquía de la empresa era cuando menos curiosa, había un comité de dirección, y un comité de subdirección que se encargaba de validar las propuestas de la dirección, los miembros de ambos consejos tenían el mismo peso en las votaciones, lo cual resultaba muy democrático, aunque a veces, era un tanto farragoso tener que adoptar por consenso cada decisión.
Otro punto destacable era que todo empleado estaba en uno u otro comité, no representado, sino formando parte de él con voz y voto.
Dada su posición de monopolio la empresa tenía una serie de ventajas muy importantes:
- Fija los precios de sus productos como le da la gana, subiéndolos si suben las materias primas, pero si las materias primas bajan, lo que sube es el margen de beneficio.
- Gracias a la ventaja anterior, los salarios también se pueden establecer sin tener en cuenta factores externos, sólo es necesario el consenso entre los comités.
Cada empleado puede desempeñar varias funciones dentro de la empresa, y se le paga por cada una de ellas como si la realizase de manera exclusiva, lo que les permite tener varios sueldos al mismo tiempo; si el contable entiende de informática y de vez en cuando configura una impresora en un equipo, cobrará un sueldo por contable a tiempo completo, y otro por informático a tiempo completo, si por alguna razón esto le impide cumplir con sus tareas, da lo mismo.
Cuando un empleado cambia de puesto, durante un tiempo sigue cobrando un salario de compensación por el puesto que ha dejado, y eso es compatible con el salario de su nuevo puesto.
Si un empleado está siete años en un mismo puesto, cuando se jubile cobrará el 100% de la pensión correspondiente a ese trabajo, más la pensión que le corresponda por los años que ha estado en otros puestos.
Cada empleado puede además contratar como ayudantes o consejeros a un número indeterminado de amigos y familiares para que le ayuden o no en sus tareas diarias, el salario de estos ayudantes y consejeros es discrecional.
Cuando la venta de motos marcha bien, los beneficios se pueden destinar a mejorar las motos, se reinvierte en la fábricas o se suben los sueldos de los empleados, incluso se llegan a regalar manillares, ruedas, o distintas piezas a los clientes, puedan o no comprar motos nuevas.
Cuando el negocio marcha mal se suben los precios de las motos o se venden motos de peor calidad al mismo precio.
Si los clientes se dan cuenta de que las motos que les están vendiendo no funcionan, el comité de dirección tratará de echarle la culpa al comité de subdirección por no haberles propuesto mejoras, o culparán a los proveedores externos.
No se si alguno se imagina como sería la viabilidad de la empresa a medio largo plazo, pero dada su situación de privilegio en el mercado, poco importa la viabilidad, mientras los clientes sigan comprando motos, no habrá problema. Ahora que, como decidan dejar de comprar motos, el problema puede ser importante.
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Imagen |Germán R. Udiz