No hay como que un tema tenga la atención de los medios para que todo el mundo se empiece a hacer preguntas. ¿Qué pasaría si...? Esto es lo que está ocurriendo con la pandemia del coronavirus, donde muchas empresas ya miran al teletrabajo de otra manera. Porque ahora no es una forma de que el empleado concilie, sino de que trabaje en un caso de aislamiento como el que recientemente hemos visto en muchas partes del mundo.
Pero esto no se improvisa, hay que tener preparadas las herramientas para que un empleado se pueda conectar desde su casa y disponer de todo lo necesario para desarrollar su trabajo de forma igual, o al menos similar, que lo haría en su puesto de la oficina. Lo más socorrido es establecer una conexión remota con algún programa que nos facilite el acceso al ordenador de nuestra oficina.
Pero más allá de las posibilidades técnicas para llevar a cabo nuestras tareas hacen falta un cambio de mentalidad. Porque en este caso hablamos de coronavirus, pero ¿cuántas horas de trabajo se pierden en tu empresa porque alguien viene a trabajar con gripe? ¿No sería mejor que esta persona si tiene síntomas se quede en casa? En los casos más graves con la baja médica y en los más leves, trabajando desde su hogar, evitando traslados, contagiar al resto de compañeros y haciendo su trabajo en las horas en las que se encuentre mejor.
Y después hay que articular un modelo de comunicación efectivo. Porque trabajar desde casa tiene un inconveniente claro, la comunicación con el resto del equipo no es tan sencilla como cuando todos compartimos una sala. Y es fundamental resolver esta cuestión.
El teletrabajo como recurso en la empresa ayuda a solucionar muchos problemas. Hasta hace poco se veía fundamentalmente como una ayuda para la conciliación de los empleados. Pero poco a poco se empieza a ver como una solución a contingencias en las empresas que impiden a los empleados desplazarse hasta su puesto de trabajo, ya sea un fuerte temporal o una pandemia.
Pero no solo la empresa tiene que adaptarse, el empleado también tiene que disponer en casa de todo lo necesario para realizar su trabajo. No es lo mismo estar un par de horas delante del ordenador viendo una película en el sofá, que una jornada de 8 horas trabajando en una silla incómoda, una mesa que no está preparada o una sala común donde no para de entrar y salir gente.
Por último lo ideal es disponer de herramientas que ayuden a la compañía a medir el tiempo de trabajo, no solo poder fichar la entrada y la salida, sino que sirvan para evaluar si se ha cumplido o no con las tareas encomendadas. Esto es especialmente importante si el uso del teletrabajo se hace más habitual, pero también para utilizar dentro de la propia compañía.
Imagen | fancycrave1