Todos tenemos una vida personal aparte de la laboral, que intentamos compatibilizar lo mejor posible y separar los problemas laborales de los problemas personales para evitar interferencias cruzadas entre el trabajo y nuestra vida personal. Hasta aquí todo correcto, pero existen una serie de factores personales que minan a cualquier trabajador destrozando casi por completo su capacidad laboral.
Para catalogar estas situaciones podemos realizarlo en función del origen que estas tengan, y a partir de ahí podemos intentar aportar algunas soluciones a los trabajadores afectados por las mismas. Si identificamos este tipo de problemas en nuestros trabajadores, podemos intentar echarles una mano, con objeto de retener y ayudar a los profesionales que se han venido abajo. Vamos a exponer algunos problemas y algunas soluciones:
Problemas económicos de índole externa o interna al trabajador. Estos problemas se generan por el deterioro de la economía familiar en la situación actual. Desempleo, subida de precios generalizada, el temido euribor... Muchos no pueden hacer frente a las deudas o simplemente se provoca un cambio en los hábitos de vida que no todo el mundo acepta con el mismo grado. La solución que puede adoptar la empresa aquí es meramente económica: Subir el sueldo al trabajador, cuestión inviable en el 99% de los casos o intentar cubrir hipotéticas vacantes en nuestra empresa con familiares del trabajador, con lo cual a nivel económico, ésta familia retomará probablemente el poder adquisitivo que tenían en un principio.
Problemas por el comportamiento social del trabajador. Este punto es dificil de detectar su origen si no tenemos una relación relativamente estrecha con él, pero sus consecuencias a nivel laboral son más que visibles. Podemos encuadrar en este punto ludopatía, adicción a alcohol u otro tipo de drogas... Independientemente del factor económico que pueden conllevar estos problemas, su detección a nivel laboral es fácil. Estos trabajadores presentan un alto absentismo, falta de concentración y caida total de efectividad para la resolución de los problemas laborales del día a día.
Las adicciones a las drogas pueden ser causa de despido, pero si no queremos llegar a estos extremos, podemos intentar hacer ver al trabajador su problema y ponerlo en contacto con las asociaciones especializadas de ayuda en estos extremos. Incluso si me apuráis, podemos facilitarle temporalmente parte del horario laboral para asistir a terapias, consultas psicológicas y todas aquellas fuentes especializadas en estos problemas.
Problemas sobrevenidos en el entorno personal del trabajador. En este campo, podemos identificar enfermedades graves de la pareja, padres, hijos... El reflejo en su trabajo va a ser inmediato, porque el miedo a perder a alguien querido siempre está ahí. Las soluciones que puede aportar la empresa pueden ser la flexibilización del horario laboral de trabajador, plantearle una reducción de jornada e incluso la puesta a disposición de pólizas de cobertura médica de la empresa.
Como vemos, la lista se puede eternizar, dado que el grado de importancia de un problema es distinto para cada persona, y cualquier pequeña cuestión puede ser un gran problema para alguien. La figura de la empresa o el departamento de RRHH en estos casos puede ser vital para conseguir echar una mano en la solución del problema... o terminar de hundir al trabajador. Es responsabilidad ética y social de cada empresa intentar arrimar el hombro en aquellos casos que sea posible, porque cada persona tiene detrás su historia y la gente que merece la pena, también se merece un empujón en determinadas circunstancias.
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